Archivo mensual: noviembre 2013

En cartelera: Oriente y Occidente

Cuando se escriben estas líneas, se ratifican las ausencias de la semana pasada, excepto- felizmente- un título mayor, japonés, que recuperamos con siete días de retraso. Y en versión original. Se trata de la revisitación del clásico de Ozu, ‘Una familia en Tokio’, a cargo de Yoji Yamada, Espiga de Oro en la Seminci vallisoletana. Aunque las comparaciones con el maestro sean odiosas, ha gustado mucho, con algunas reservas. Sobre unos ancianos, que viven en una isla y acuden a visitar a sus tres hijos, residentes en la ciudad del título.

Otra película de esta nacionalidad, que viene avalada por las mejores referencias críticas es ‘De tal padre, tal hijo’, del muy notable Hirokazu Kore-eda. Obtuvo el Gran Premio del Jurado en Cannes y el del Público en San Sebastián. La historia remite a un arquitecto, que vive felizmente junto a su mujer y a su hijo de seis años, y cuyo mundo se desmorona al ser informado de que hubo un error hospitalario y ese niño no es el suyo. La veremos también en su idioma materno, subtitulada.

La española ‘Viral’, ópera prima de Lucas Figueroa, es una combinación e terror e intriga, con toques de comedia, que transcurre en la FNAC. Rodada con un mínimo presupuesto, ha obtenido división de opiniones en sus reseñas, pero habrá que verla. Como también a la francesa, doblada, »Mis días felices’, de Marion Vernoux, sobre una sexagenaria que da un vuelco a su vida.

Y el título estrella, a nivel comercial – cuya recepción crítica no ha sido la mejor en Estados Unidos, pero cuya visión se impone – es ‘El consejero’, de Ridley Scott, basado en una historia de Cormac McCarthy. Sobre un respetable abogado convertido en traficante. Con un lujoso reparto que incluye a Michael Fassbender, Brad Pitt, Penélope Cruz, Javier Bardem o Cameron Díaz.

Por último, dos cintas cuya inclusión en nuestras salas no se ha podido constatar. La española, exhibida en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, ‘Diamantes negros’, de Miguel Alcantud y la argentina, ‘Diablo’, de Nicanor Loreti. Crucemos los dedos…

‘Blue Jasmine’: Hermanas

Esta última propuesta de Woody Allen es sensiblemente superior a la horrenda ‘A Roma con amor’, pero no alcanza las cotas superlativas con las que la ha saludado la crítica norteamericana. Tiene muchos valores y también defectos de bulto. A quien esto firma, le pesaron más estos últimos, justo es decirlo, pero no tanto como para obviar sus cualidades.

Y quien esto firma, va a entrar en materia con el extracto de una cita, recogida en esa página imprescindible que es filmaffinity, de Eric Kohn en ‘Indiewire’. Dice así: «‘Blue Jasmine’ pertenece a Blanchett… que la libera de las limitaciones del estilo de Allen, consiguiendo unos resultados más nítidos que los de cualquiera de sus películas tradicionales… que ha producido en los últimos doce años».

Amén. No sólo eso. La actriz, que está tan superlativa que se permite todos los registros, – trágicos, cómicos, autoparódicos, neuróticos y hasta grotescos – es capaz de superar y transcender la impenitente misoginia de Woody y  conseguir que adoremos a un personaje clasista, egocéntrico, insolidario, egoísta, soberbio, prepotente, gorrón e insoportable.

Después dirán que el realizador ama a las mujeres… Porque el personaje tenebroso de esta función realmente es el de Alec Baldwin, que lo compone muy bien. Adúltero vocacional, estafador, manipulador, mentiroso compulsivo, egoísta a gran escala, sólo atento a generar dinero y placeres a costa ajena, que soborna a su esposa para seguir haciendo su vida, paternalista y machista hasta decir basta. Y, sin embargo, y pese a que se le muestre tal cual, resulta menos ‘penalizado’ que el de Blanchett. Véase a este respecto la reacción del hijo.

Como  esta crítica se ha comenzado casi por el final, casi, hay que recordar que la historia sigue a la rica y refinada dama de la jet neoyorkina que, arruinada por los delitos financieros de su marido encarcelado, recurre a su hermana adoptiva. Una hermana en sus antípodas físicas, de clase, económicos y personales, estupenda Sally Hawkins, por cierto. Pero muy perjudicada por el infame doblaje. Así que se muda a San Francisco con ella y, para soportar tan drástico cambio, se atiborra de pastillas y de recuerdos de su vida anterior.

Menos mal que el humor del director y, sobre todo, como hemos citado el enorme talento de su protagonista, ha conjurado en parte esa confrontación entre ambas mujeres. Aunque no pueda evitar el paternalismo en el retrato de la más teóricamente desafortunada y el trazo grueso del ambiente y los hombres que la rodean. Insisto, el doblaje lo acentúa, si cabe, aún más. No sólo eso. Es grave y tendenciosamente sexista en la resolución que le da a las relaciones de la hermana y más que amable con los machos alfa que la rodean. Lo mismo cabe decir del acoso del odontólogo. Peligrosamente misógino. Dicho queda.

Y también, aunque éste más matizado, en la visión de la época dorada de Jasmine, de la que algunos de sus flashs backs son antológicos y otros penosamente esquemáticos. Su relación laboral en la consulta del dentista es impagable, salvo por lo ya comentado. Lo mejor es imputable a Cate Blanchett, sin ningún género de dudas y algo del ingenio marca de la casa. Aunque la conclusión, dado el tono de comedia, debió de ser muy otra.

En fin, es inevitable verla y, además, la comentaremos el miércoles, 4 de diciembre, en nuestra tertulia de cine, ‘La Palabra y la Imagen’, junto a ‘Woody Allen: El documental’, de Robert B. Weide y a ‘Weekend’, de Andrew Haigh, también reseñada en el blog. A las 19.30, en La Casa del Libro de Sevilla. Les esperamos.

‘Weekend’: El desconocido del club

La abajo firmante había esperado y descartado, tras meses desde su estreno ‘oficial’ en el país, ver esta película en una ciudad tan ingrata para el cine más alternativo y minoritario, como lo es Sevilla. La abajo firmante había visionado y compartido en varias ocasiones los trailers, en versión original subtitulada, de esta cinta británica, de Andrew Haigh, multipremiada y fechada en 2011. La abajo firmante temía que sus expectativas sobre las bondades del filme resultaran defraudadas tras su visión. La abajo firmante, felizmente, se equivocó en todo.

Porque ‘Weekend’ es mucho más de lo que promete, siendo tantas sus sugerencias… Porque la historia de dos extraños en la noche que se encuentran en un club de ambiente, que se sienten atraídos, que practican  sexo y cuya relación, contra todo pronóstico, no termina ahí. Porque este intenso y apasionante breve encuentro contiene muchas más lecturas que las meramente románticas. Porque es ferozmente crítica con las convenciones sociales y heterosexistas. Porque sabe mostrar el intercambio de erotismo, alcohol, drogas y excesos varios de los protagonistas pero, sobre todo, sus personalidades más cercanas.

Porque deja traslucir las diferentes posiciones de dos personajes tan distintos en sus historias, familias, formación e intereses y, sin embargo, tan próximos. Porque estos dos hombres dialogan, coinciden, discrepan y teorizan sobre el amor, las relaciones, el compromiso, la sociedad que les rodea, el arte, la felicidad y, desde luego, sobre la opción homosexual en un entorno tan homófobo. Tan cruda como sutilmente homófobo, y muy bien retratado. Porque revela el nacimiento de una intimidad afectiva tan inesperada como perturbadora.

Porque su puesta en escena, tan aparentemente simple, es muy compleja y elaborada. Porque cada plano está al servicio de lo que el director pretende contar. Porque una pequeña casa, una habitación, una ventana, un cristal, un trozo de acera constituyen todo un universo. Porque sabe filmar el fuera de campo. Porque ese final, maldita sea, también lo ha bordado, mal que nos pese. Porque Tom Cullen y Chris New rebosan talento y credibilidad. Porque… ¿qué demonios hacen leyendo estas líneas y no corren a verla?

‘Stockholm’: Noche y día…

Tres Biznagas de Plata a la Mejor Dirección, al Mejor Guionista Novel y a la Mejor Actriz (ex-aequo con la Candela Peña de ‘Ayer no termina nunca’) para Aura Garrido en el Festival malagueño, hacían concebir expectativas con respecto a la calidad de esta ópera prima de Rodrigo Sorogoyen. Y a fe, desde quien esto suscribe que su visión no las ha defraudado.

Con un mínimo presupuesto, con la osadía de un francotirador, en esta su segunda película y primera en solitario tras ‘8 citas’, que escribió y codirigió, junto a Peris Romano. En ella, se nos cuenta una historia atípica de chico conoce chica en un local de la noche madrileña, chica es renuente a tener nada que ver con él, chico insiste por las desiertas calles de la madrugada, desplegando todo su potencial de seducción, chico y chica dialogan, juegan y pactan ya en casa de él, chico y chica pasan la noche juntos. Pero, al llegar la mañana, las posiciones de ambos habrán cambiado radicalmente.

Una cinta minimalista, pero sin nada que ver con la comedia romántica al uso. Un cuento cruel con dos personajes. Una crónica de ciertos usos y costumbres generacionales. Un relato intimista de dos personalidades y expectativas antagónicas. Una relación desigual en la que siempre pierde la persona más frágil. Un retrato nada complaciente de las consecuencias de nuestros actos. Una mirada impía a la objetalización de las mujeres. Un síndrome nefasto en una criatura desvalida.

Una noche engañosa y sugerente. Una mañana tan clara y tan oscura. Una radiografía del cazador. Una visión moral de ciertos rituales de conquista. Unos intercambios de usar y tirar. Una forma de narrar nada convencional.  Una puesta en escena que muestra lo preciso. Una historia tan fuera de los clichés al uso. Un certero diagnóstico de cierta juventud. Una fotografía ad hoc de una ciudad. Una conclusión tan lógica como inclemente. Unos actores que lo dan todo. Una extraordinaria Aura Garrido. Merece la pena verla. Compruébenlo.

‘En cartelera’: Seis ausencias y dos recuperaciones

En este penúltimo viernes de noviembre, presidido por el frío, las salas no muestran novedades estimulantes, salvo dos sorpresas, para la cinefilia sevillana. En efecto, una vez repasada la oferta cinematográfica, constatamos tristemente que ocho de los títulos que oficialmente se estrenan hoy en el resto del país, aquí no han llegado. ¿Perdidos en el limbo de los inéditos, aplazados sus estrenos…? Esperemos que esto último.  No obstante, para que queden registrados, al menos sobre el papel, procedemos a su enumeración.

Comenzamos por la francesa – vista en la Sección Oficial del Festival de Cine Europeo y cuya crítica está publicada en Sevilla Cinéfila – ‘Camille Claudel, 1915’, de Bruno Dumont. La sigue la coproducción entre Méjico, Francia, Alemania y Países Bajos, ‘Heli’, del guionista, productor y realizador azteca, Amat Escalante, quien consiguió con ella el Premio al Mejor Director en Cannes y que está nominada por su país a los Oscar. Un violento y durísimo drama social, que ha interesado y dividido a la crítica, a partes iguales.

Seguimos con dos españolas. El thriller de terror psicológico, ‘La Hermandad’, de Julio Martí Zahonero. Sobre una escritora, Lydia Bosch, que se recupera de un grave accidente en un monasterio benedictino, sometida a sus estrictas reglas y que pronto comenzará a tener experiencias extrañas… Las referencias oscilan entre lo tópico y lo inquietante. Y el drama, ‘La por'(‘El miedo’), de Jordi Cadena, sobre la opresión que supone para el núcleo familiar la atroz convivencia con un maltratador. Ha gustado mucho.

Una combinación de géneros – acción, drama, thriller, crimen, según reza su publicidad…- se da en la coproducción entre Reino Unido y Filipinas, ‘Metro Manila’, de Sean Ellis. Sobre un joven que se traslada con su familia del campo a la ciudad del título, en busca de un futuro mejor y… Premio del Público en Sundance, concursó en la Seminci y ha recibido, con matices, los elogios de la prensa especializada. Y la Espiga de Oro del Certamen vallisoletano se la llevó, entre contrastes de pareceres, la japonesa, ‘Una familia de Tokio’, de Yoji Yamada, revisitación del clásico de Ozu, que culmina la triste lista de las ausencias de esta semana.

Para terminar, la sorpresa de recuperar dos títulos, notables y con las mejores referencias críticas, que creíamos perdidos. La inglesa ‘Weekend’, de Andrew Haigh, sobre dos hombres que se conocen en un club de ambiente y lo que iba a ser la aventura de una noche, se convierte en algo más. Y ‘Woody Allen: El documental’, de Robert B Weide. Dos alegrías frente a seis decepciones…

‘La Palabra y la Imagen’ Temporada 2: Monográfico del Festival

Un plantel crítico de lujo acompañó a la sesión especial de ‘La Palabra y la Imagen’, dedicada monográficamente al SEFF. A saber, Juan Antonio Hidalgo, Juan Antonio Pérez López, Mila Fernández LinaresLourdes Palacios – miembro del Jurado de la Crítica Andaluza, ASECAN, en el Certamen – y Borja de Diego. Con ell@s y con l@s mejores tertulian@s del mundo mundial, el éxito y la calidad de la sesión estaban más que asegurados.

Y así fue. Una vez pulsadas las opiniones sobre la oferta cinematográfica de esta edición, cuyas bondades se resaltaron, así como la consolidación del equipo organizador y directivo, se pasó al debate de las películas proyectadas en las diferentes Secciones. Comenzando por la Oficial, nos detuvimos en títulos tan polémicos como ‘Stray Dogs’. Sus interminables planos fijos, las deserciones que provocó, su identidad inequívocamente oriental, su lentitud. Pero también, en minoría, se comentaron algunos de sus valores.

Hablando de otras cintas nada europeas, ‘Jimmy P’, en la que si apenas nos detuvimos, y ahí sí, ‘The immigrant’. La coartada francesa se ha utilizado en ambas, de factura claramente norteamericana. La segunda, que creó expectativas, decepcionó en general. Ni siquiera Joaquin Phoenix convenció… Nadie se creyó demasiado la historia, ni a sus personajes. ‘The selfish giant’ gustó mucho en general y su final tan emotivo y poderoso, más. Se destacaron los buenos finales de muchas cintas, que las hacían mejores. Y las estupendas interpretaciones de l@s niñ@s en ellas.

Casi todo el mundo, casi… se rindió ante ‘La gran belleza’. Han fascinado su poderío visual, su fuerza, su hermosura plástica, su temática. Pero l@s men@s la encontramos irregular, con bajones de ritmo y nos dejó más bien frí@s. División de opiniones y de sensaciones – aunque se le reconocieran sus valores- provocó ‘La mujer del oficial de policía’. Su puesta en escena tan transgresora y difícil, su metraje, su lentitud pero también su capacidad de sugerencia y su denuncia del infierno del maltrato.

Capítulo aparte mereció la ganadora, ‘El desconocido del lago’ y la polémica creada en torno a su no proyección en la clausura. Se mencionaron su visibilización tan explícita del sexo homosexual, su lirismo, su apuesta por el ‘amour fou’, su final… Otro de los finales antológicos.

Y Portugal, tan cerca y tan lejos. Y ‘The Reunion’. Y ‘Miele’, con su debate sobre un tema tan tabú y vigente. Y la comuna hippie de ‘My father, my mother and me’. Y el arte de María Cañas, con sus cinéfilos padres presentes. Y, por supuesto, ‘Alabama Monroe’, su música, su fuerza, sus canciones sin subtítulos. Y tantas más, tantas voces, tantos puntos de vista, tantas miradas estimulantes y enriquecedoras, que se nos pasó el tiempo sin sentir.

En otras dos semanas, el miércoles, 4 de diciembre, volveremos a reunirnos para comentar tres películas. La última de Woody Allen, ‘Blue Jasmine’, el documental sobre este director, de Robert B. Weide y ‘Weekend’, de Andrew Haigh. Nos hará los honores Juan Antonio Pérez López.

Gracias a Lourdes Palacios, a Mila  Fernández Linares, a Juan Antonio Hidalgo, a Juan Antonio Pérez López, a Borja de Diego, a Manuel de Medio, a La Casa del Libro y a vosotr@s tertulian@s, que sois únic@s e irrepetibles. Gracias miles por otra velada memorable.

SEFF Xª Edición ‘Las Nuevas Olas’ y Selección EFA: Cinco mujeres. Toma V

Sin ningún género de dudas, la cinta sueca, ‘The reunion’, ópera prima de Anna Odell – Estocolmo, cosecha del 73, artista de performances y realizadora – es una de las más singulares, complejas e interesantes vistas en el Festival. Premio Fipresci en Venecia, importante reconocimiento en cuya argumentación se hacía constar «la forma inteligente y atractiva que en ella se disuelven las fronteras entre la ficción y el documental, así como su apuesta por visibilizar la marginación, la intimidación y la complejidad de la dinámica de grupo».

Pues sí. En esta película,  de la que su firmante también es responsable del guión y la protagoniza, se da cuenta de una reunión, a la que alude el título, de antigu@s alumn@s de un instituto. Todo va transcurriendo entre la alegría, más o menos forzada de los recuerdos comunes, reencuentros aparentemente cordiales, chistes, bromas y tópicos al uso, pero reveladores de las distintas personalidades de l@s comensales, cuando… Cuando una mujer toma la palabra en los brindis para describir la verdad de su infortunada experiencia en el centro, y para dar testimonio del trato vejatorio del que fue objeto allí. Y, claro, todo estalla como una bomba de relojería.

Bien. Hasta ahí, nada que no hayamos visto antes y más aún en dramas escandinavos. Como en la excelente ‘Celebración’, del danés Thomas Vinterberg. Pero, en este caso, el relato da un giro inesperado, una sorprendente vuelta de tuerca, sin abandonar la temática antes citada, sólo que ahora resulta aún más incisivo y vitriólico. Más provocador e intenso. Más corrosivo y atípico, pero dotado de una coherencia interna, de un sólido retrato de personajes y situaciones, de originales y de sus alter ego. Y, desde luego, con un ácido e irónico humor. Con una puesta en escena al servicio de todo este peculiar y complejo andamiaje.

Así que este filme está narrado, escrito y filmado entre las fronteras del documental y las de la ficción. Entre las de las historias dentro de la historia.  Entre los personajes de los personajes. Entre los hechos reales y los recreados… Sirviéndose de ello, este deslumbrante debut cinematográfico, que bebe de los propios antecedentes creativos de su autora, nos habla con una mirada crítica de los hipócritas usos sociales. De los roles que asumimos y de los que padecemos. Del acoso. Del matonismo machista. De la crueldad con la diferencia. De la marginación, de la exclusión. De secretos y mentiras. De lo públicamente tolerable e individualmente insoportable. De…

Ojalá llegue a estrenarse algún día y puedan completarlo y comprobarlo. Si es así, háganse el regalo de no perdérsela.

SEFF Xª Edición. ‘Las Nuevas Olas’ y ‘Selección EFA’: Cinco mujeres. Toma IV

La actriz italiana, Valeria Golino – ‘Rain Man’, Nápoles, cosecha del 66 – debuta en el largometraje con esta coproducción franco-italiana, ‘Miele’, que ha sido premiada en Cannes. El  guión también lo ha escrito ella misma, junto a Francesca Marciano y Valia Santella y se exhibió en el Festival dentro de la Selección EFA.

La historia sigue a una joven – eficiente Jasmine Trinca – que pertenece a una organización que, de forma clandestina y previo pago, ayuda a morir dulce y rápidamente, a aquellas personas desahuciadas, o familiares de estas, que solicitan sus servicios. Su nombre secreto es el que da título a la película, puesto que añade dulzor al cóctel letal que suministra. Se siente identificada con su labor – aunque su ambiente más cercano la desconozca – y es apreciada por su discreción, sensibilidad, buen hacer y porque deja lugar durante el proceso al cambio de idea que puede sobrevenir. Pero un día, un caballero culto y refinado le romperá todos sus esquemas…

Golino ha elegido un tema peliagudo y muy cuestionado, cuyo debate sigue estando más que vigente. Y lo ha tratado con honestidad. Nos ha mostrado el indecible dolor que ningún cuidado paliativo puede amortiguar. Nos ha hecho entrar en lo más privado de la intimidad humana para acompañar en el último viaje a mujeres, hombres, y hasta un joven, que se negaban a seguir sufriendo. Nos ha permitido contemplar las animosas despedidas con música, lágrimas y sonrisas, que sus seres queridos les deparaban.

Y no lo ha filmado fríamente, sino con emoción y sentimientos. Como los que expresa la joven protagonista en tales, por muy consentidos que fueran, duros trances. Pero… pecados de una ópera prima, se dispersa inútilmente en subtramas que no suman, sino que restan, y que impiden una evolución más coherente del personaje central. Así como los antecedentes de su compromiso con una organización a la que no debe resultar nada fácil sumarse, por el trabajo que implica. Así como el sustrato económico, que la reserva únicamente a las clases más favorecidas. La realizadora lo pasa por alto, en beneficio de banalidades.

Luego, en el tramo final, cuando el relato exige de ella la máxima densidad y coherencia, ya es algo tarde para afrontar un reto ético, un desafío moral de altura, aún cuando lo plantee y lo resuelva con honestidad. Pese a estas carencias, una cinta adulta y valiente, que merece verse, de una mirada de mujer, tras la cámara, a la que habrá que seguir.

Nota a pie de blog…

 

El magnífico programa radiofónico, ‘Generación Geek’, y sus creadores, artífices  y críticos muy cualificados han invitado a la responsable de Sevilla Cinéfila a un debate monográfico sobre el Festival. Será esta noche, de 20.30 a 22.30 en el dial 91.6 de Sevilla. No os lo podéis perder.

Y sirvan también estas líneas para recordaros que mañana, miércoles, 20, a las 19.30, en La Casa del Libro, de la calle Velázquez, de Sevilla, tendremos igualmente una sesión extraordinaria y monográfica sobre el Festival dentro de nuestra tertulia de cine, ‘La Palabra y la Imagen’. Habrá varios críticos acreditados en el Certamen, entre ellos, los citados, invitados. Os esperamos.

SEFF Xª Edición. ‘Las Nuevas Olas’ y Selección EFA: Cinco mujeres. Toma III

Integrada dentro de ‘Las Nuevas Olas’, esta cinta es de las más estimulantes vistas en esta Sección y ofrece una mirada moderna, contemporánea y feminista  a la difícil situación con la que se encuentran aquellas mujeres que pretenden conciliar sus vidas profesional y familiar. Su título, ‘La bataille de Solferino’. Su responsable, la francesa Justine Triet, cosecha del 78, actriz, montadora, guionista y realizadora.

La acción transcurre en París el 6 de mayo de 2012 entre el apartamento de la protagonista y la calle Solferino del título. En dicho lugar, está la sede del Partido Socialista Francés y el rodaje tuvo lugar allí, en tiempo real, ese mismo día, entre una multitud de simpatizantes que esperaban los resultados de unas elecciones que, finalmente, otorgarían la victoria a su candidato, François Hollande.

Laetitia es una reportera de televisión que debe cubrir tan crucial evento. Paralelamente a la electoral en su piso se libra otra batalla. La de sus hijas que lloran ante la partida de la madre, mientras esperan al canguro que las cuidará entre tanto y la de su chico, que le demanda afecto, mimos y sexo en el momento más inoportuno. Pero lo peor está por llegar…

Y lo hace en forma de su desquiciado ex que se las arregla para llevarse a las pequeñas, reclamando sus derechos de visita. Consiguen echarle a duras penas del apartamento, y al final acaban todos en dicha calle, entre el gentío, con el padre acompañado de un amigo que estudia derecho y que defiende sus intereses.

La directora combina sabiamente la vibración colectiva de la multitud esperando la victoria de su líder y el conflicto estresante de la protagonista como ex esposa, como madre y como profesional, cubriendo un evento histórico. Luego, en su apartamento, nos deja oír los argumentos a tres bandas, dos hombres frente a una mujer, mientras la tensión y la violencia van en aumento.

Aunque no sea un drama, tampoco es una comedia. Aunque tenga una visión aparentemente objetiva, el resultado es ferozmente crítico con las cortapisas que deben sufrir las mujeres, sus extenuantes dobles jornadas, sus conflictos entre sus trabajos y sus vidas personales. Conflictos y escisiones, elecciones y exclusiones, prioridades y presiones, que no tienen que padecer los hombres. Luego, es una lectura política feminista, además de la obvia institucional, la que propone el filme. Muy bien realizada, contada, filmada, interpretada… Si tienen ocasión, no se la pierdan.