Archivo mensual: octubre 2013

SEFF Xª Edición. Hoja de ruta. Sección Oficial. The End…

Con esta crónica terminamos las referencias críticas de los títulos de la Sección Oficial, para centrarnos en otras del Certamen. Y lo hacemos con tres cintas. Dos de chic@s, colectivo infantil-adolescente, que están integradas también en Europa Junior y otra calificada de ‘nueva ola rumana’.

Comenzamos por la inglesa, ‘The Selfish Giant’, de la cineasta Clio Barnard. Por cierto, que ella y la francesa Claire Denis son las dos únicas mujeres tras la cámara en el Concurso… Volviendo a la película, que se inspira muy libremente en el cuento homónimo de Oscar Wilde, sigue a dos chicos marginales que rozan la delincuencia y establecen una amistad con un chatarrero, que les introducirá en el mundo de las apuestas y carreras de caballos ilegales. Nada bueno saldrá de esta asociación. Participó en la Quincena de Realizadores de Cannes y en el Festival de Toronto. Las referencias no pueden ser mejores. Se la ha descrito como ‘una intensa pieza de realismo social’, ‘Una brillante y clarificadora fábula’…En fin, que no hay que perdérsela.

Continuamos con la sueco-danesa, ‘We Are the Best!, que firma Lukas Moodysson, sobre tres chicas, de entornos asimismo desestructurados, que forman una banda punk en el Estocolomo de los ochenta. Participó en el Certamen veneciano y ganó el Gran Premio en el de Tokyo. Vitalista, tierna y divertida son algunos de los calificativos que se le han adjudicado. Promete.

Y finalizamos con la franco-rumana, de título imposible, ‘When Evening Falls on Bucharest or Metabolism’, escrita y dirigida por Corneliu Porumboiu. Cine dentro del cine, romance entre actriz y realizador que se va deteriorando mediante avanza el rodaje. Ha pasado por los Festivales de Locarno y Sarajevo y sus reseñas han sido irregulares.

SEFF Xª Edición. Hoja de ruta. Sección Oficial. Toma V. Parte III

Pasamos revista a otras cinco películas de entre las que nos oferta la Sección Oficial. A saber, la franco-estadounidense, ‘The immigrant’, de James Gray. Sobre dos hermanas polacas en busca del sueño americano y mientras una enferma y es aislada, la otra cae en manos de un rufián sin escrúpulos. De este autor estadounidense, tan estimado en Europa, y en el Festival de Cannes, se espera una puesta en escena clásica y elegante, combinada con una dureza de contenidos. Este su último trabajo ha dividido a la prensa especializada, aunque el reparto – su actor fetiche, Joaquin Phoenix, Marion Cotillard y Jeremy Renner- y el tema sean atractivos. Habrá que verla.

Como también habrá que ver el documental histórico franco-austríaco, ‘El último de los injustos’, del productor, guionista y realizador galo, Claude Lanzmann, quien da voz aquí a un ilustre superviviente del Holocausto – tema en el que incide tras ‘Shoah’ – a quien grabó en los años setenta, prisionero de un campo de concentración considerado irónicamente como «modélico». Un documento extraordinario, por su protagonista y porque se ha rodado en los escenarios reales. Ha recibido excelentes críticas. Imprescindible.

La italiana, ‘La gran belleza’, de Paolo Sorrentino, ha sido elegida para representar a su país en la próxima edición de los Oscars y participó en la Sección Oficial de Cannes. Una mirada sobre un verano en Roma entre la belleza y el exceso, entre la grandilocuencia y la lucidez, y con una fauna humana tan heterogénea como singular. Una declaración de amor a una ciudad de la que, viniendo del director de ‘Il divo’ podemos esperarlo todo, menos lo previsible y mediocre. La recepción ha sido buena, aunque se le haya reprochado su desmesura.

‘Michael Kohlhaas’, de Arnaud des Pailléres, es una coproducción franco-alemana que narra un drama biográfico, sucedido en el siglo XVI, sobre la venganza terrible del protagonista, mercader de caballos, como respuesta a la injusticia de que fue objeto. También concursó en el Certamen de Cannes, pero la acogida que allí obtuvo fue, en general, bastante negativa. Mads Mikkelsen es el héroe-antihéroe de un reparto en el que también están Bruno Ganz y Sergi López.

Y finalmente, el también drama alemán, ‘The pólice Officier´s Wife’, de Philip Gröning – del que vimos ‘El gran silencio’ – ganador del Premio Especial del Jurado en Venecia, una austera e incisiva indagación, en 79 capítulos y 175 minutos de metraje, de la oscuridad escondida tras una aparente placidez familiar. Se la compara al universo de Haneke y ha interesado su tratamiento de la historia.

‘Todos queremos lo mejor para ella’: Una extraña entre nosotr@s

Mar Coll – Barcelona, cosecha del 81 – cuya ópera prima, ‘Tres días con la familia’ obtuvo los Premios Goya, Biznaga de Plata y Gaudí a la Mejor Dirección- estrena ahora su última propuesta, cuyo guión también coescribe junto a Valentina Viso, ‘Todos queremos lo mejor para ella’. De 105 minutos de metraje y un equipo técnico-artístico en el que predominan las mujeres, en nuestra ciudad se ha estrenado, lamentablemente, doblada.  Su versión original es la catalana.

La historia sigue a una brillante abogada, que lleva un año recuperándose de las secuelas físicas y mentales que le produjo un terrible accidente de tráfico. Su pareja y su familia consideran que ha pasado un tiempo suficiente para  reintegrarse a su vida normal pero, al mismo tiempo, la instan a que siga cuidándose.  Ella intenta responder a tales expectativas pero…

Pero… aunque la institución familiar tiene un peso específico capital también aquí, el tono, el ritmo y el enfoque del relato no pueden ser más distintos. Coll le dota de un humor corrosivo e irónico, producto del estupor y el desconcierto que su entorno experimenta ante una mujer que ya no es lo que era, que ya no es lo que solía ser y, además, aunque intente complacerles, no quiere serlo.

Una mujer cargada de buenas intenciones, esposa, hija y hermana de gente cargada de buenas intenciones, de l@s  que recibe mensajes contradictorios entre la intrínseca preocupación por su salud y bienestar y la exasperación por su lentitud en reintegrarse a un rol, o conjunto de roles, a una personalidad, en los que la reconocían como una de l@s suy@s .

Pero… no contaban con esta extraña que progresiva e insidiosamente, con la perversa influencia añadida de una amiga nada convencional, se rebela contra un modo de vida que ya no es el suyo y les cuestiona con la sonrisa en los labios, con la bizarra inocencia de quien no tiene nada que perder.

La realizadora da cuenta de todo este proceso, de esta evolución personal tan legítima como inesperada, poniendo de relieve las estrictas reglas y rígidos guiones por los que nos movemos, sobre todo en el seno familiar, pero no únicamente. Y lo hace sin enfatismos, ni dramas, con una mirada tan ingeniosa como sutil, tan divertida y caústica como cargada de intención sobre el perturbador efecto que  provocan, en un grupo humano relativamente homogéneo, un comportamiento, una voluntad y una personalidad tan próximas y tan ajenas, que rechaza el lugar que le proponen en el mundo, en su mundo.

Así que Mar Coll ha acertado de nuevo con esta película tan engañosamente ligera, pero con una notable carga de profundidad, que nos interpela, estimula, provoca y confunde. Con un reparto maravilloso, Valeria Bertuccelli, Agata Roca, Pau Durá y una excelente factura. Y, sobre todo, con una estupenda Nora Navas, en la plenitud de su talento, justamente premiada en la Seminci. Que no se les escape, corran a verla.

SEFF Xª Edición. Hoja de ruta. Toma IV. Sección Oficial. Parte II

Analizamos ahora, en términos de referencias críticas, cinco nuevos títulos que nos oferta la Sección Oficial. Son, a saber, la española que, además, inaugura el Certamen, ‘Tres bodas de más’, de Javier Ruiz Caldera. La coproducción entre Alemania, Francia, Austria y Hungría, del veterano director de este último país, János Százs, ‘El gran cuaderno’. La también española ‘10.000 noches en ninguna parte’, de Ramón Salazar. La francesa, ‘Jimmy P’, de Arnaud Desplechin. Y la italiana, ‘Sacro GRA’, de Gianfranco Rosi.

De la primera, ‘Tres bodas de más’, de Javier Ruiz Caldera, apenas si hemos encontrado reseñas. Participó en el Festival de Málaga y es una comedia romántica en la que una chica es invitada en un mes a las bodas de tres de sus ex. Con un reparto en el que Inma Cuesta cambia radicalmente su registro dramático y desarrolla su vis cómica. La acompañan Martín Rivas, Quim Gutiérrez, Paco León, Laura Sánchez, entre otr@s. Dentro del género por derecho propio de estas ceremonias, es factible que  sea un divertimento más a la manera hollywoodense. Habrá que comprobarlo…

‘El gran cuaderno’, de János Százs, está basado en la novela homónima de Agota Kristof y es un drama bélico, de la Segunda Guerra Mundial, contemplado a través de los ojos de dos hermanos gemelos abandonados por su madre en la granja de su un tanto brutal abuela, en la Hungría más profunda y primitiva. Otro clásico en el cine, la visión infantil de conflictos armados. Sólo que parece que estos chicos no son, exactamente ni ingenuos, ni inocentes, ni víctimas, sino duros supervivientes… Ganadora del Globo de Cristal en Karlovy Vary, las críticas se han dividido ante el tratamiento de la historia, pero son unánimes en resaltar su cuidadosa factura y su huida de los clichés habituales de este tipo de filmes.

‘10.000 noches en ninguna parte’, del realizador de ‘Piedras’, Ramón Salazar, es una cinta que, a decir de gente cualificada que la ha visto, corre riesgos, no es nada convencional ni en su fondo, ni en su forma y eso se agradece siempre. Su propia historia es muy peculiar, sobre un joven que pretende recuperar en distintas ciudades la infancia y la adolescencia que le fueron robadas. Andrés Gertrudix, Susi Sánchez y Rut Santamaría, con las apariciones estelares de Lola Dueñas y Najwa Nimri , hacen los honores.

La francesa, ‘Jimmy P’, de Arnaud Desplechin, es un drama postbélico, basado en un hecho real sobre un psicoanalista y etnólogo, especialista en culturas amerindias, que es llamado para tratar a un nativo Blackfoot que presenta graves trastornos físicos y emocionales. Concursó en Cannes y ha dividido a la crítica que la ha calificado tanto de magnética y singular, como de pretenciosa y plúmbea. En lo que sí han coincidido es en la interpretación de Benicio del Toro y Mathieu Amalric.

Y la italiana, ‘Sacro GRA’, de Gianfranco Rosi, es un documental sobre el anillo de autopistas que rodea Roma. Ganó el León de Oro en Venecia. Se han destacado su enfoque humorístico, el ser un documental de autor y se le ha reprochado no ser tan original y novedoso como pretende.

SEFF, Xª Edición. Hoja de ruta. Toma III: Panorama Andaluz

Con A de Andalucía, se proyectan en el Certamen 26 títulos, entre largos y cortos, de temática y estilos muy diversos. Ante la imposibilidad manifiesta de reseñarlos uno a uno, quien esto suscribe selecciona los que, de entrada, le parecen más incontestables. Pero siempre con la evidente recomendación de que vean los que puedan e igualmente, en el caso de los cortos, hay que visionarlos todos.

Comenzamos por el Premio Imaginera 2013 del Centro de Estudios Andaluces. Se trata de ‘Triana pura y pura’, documental producido y dirigido por Ricardo Pachón y Gervasio Iglesias. Trata sobre la expulsión de los gitanos de Triana hacia el barrio de las Tres Mil, en la segunda mitad del pasado siglo, con la excusa de una fiesta en la que intervinieron  los más grandes nombres del arte flamenco al cante, al baile y al toque. Memoria y justicia históricas… y las mejores críticas.

Y justica también, y Memoria, hay mucha en ‘El caso Rocío’, de José Luis Tirado. La cinta reivindica el documental secuestrado y censurado judicialmente, de Fernando Ruiz Vergara – fallecido hace ahora dos años y que, a raíz de esta represión, no volvió a hacer cine – una mirada lúcida, descarnada y política al lado más oscuro de la famosa romería. Tirado se propuso «revisitar la película y plantear lo que ocurrió en plena inmodélica Transición». Parece, a tenor de las reseñas, que lo ha conseguido.

Para quienes gusten del estilo personal e intransferible de un cineasta polémico y radical para lo mejor y para lo peor, ‘Alegrías de Cádiz’, supone la vuelta al cine, tras treinta años de ausencia, de Gonzalo García Pelayo. Como no podía ser de otra manera, ha suscitado una intensa división de opiniones.

‘El rayo’, ópera prima de Fran Araujo y Ernesto de Nova, debutó con éxito en la Sección de Nuevos Directores, de San Sebastián. Es una road movie, con la crisis como telón de fondo y con un inmigrante marroquí – que, tras trece años en España y al no encontrar trabajo, regresa a su país – como protagonista. Se han destacado la lucidez y originalidad de su mirada crítica.

SEFF Xª Edición. Hoja de ruta. Toma II: Sección Oficial. Parte I

Entre las películas incluídas en la Sección Oficial tenemos a algunas francesas con reputación de inclasificables y radicales. Hemos mencionado ya, pues también está en la Toma I, ‘Fuera del armario’, a la película de Alain Guiraudie, ‘El desconocido del lago’. A la que se le añadirían, ‘Camille Claudel 1915’, de Bruno Dumont, ‘Les Salauds’, de Claire Denis y la de producción gala, pero firmada por el taiwanés Tsai Ming-Liang, ‘Stray Dogs’.

La cinta de Dumont, como su propio título indica, se refiere al año en el que la famosa escultora, amante de Rodin, fue internada en un manicomio a instancias de su familia y da cuenta de la correspondencia con su hermano, el poeta Paul Claudel. En este terrible lugar permanecería hasta su muerte. Un personaje trágico, encarnado aquí por Juliette Binoche, quien rodó en un centro de estas características real y entre pacientes reales. Sus referencias críticas son controvertidas, desde la fascinación al rechazo.

‘Les Salauds’, de Claire Denis, que se proyectó en el Festival de Cannes, se ha definido como un descenso a los infiernos de la condición humana. Y también como cine negro-erótico. Chiara Mastroianni y Vincent Lindon la protagonizan. Este oscuro y denso drama de venganzas y deseos, ha concitado asimismo una apasionada división de opiniones.

‘Stray Dogs’, de Tsai Ming-Liang obtuvo el Gran Premio del Jurado en Venecia y relata la vida de un padre desempleado que vive con sus dos hijos en un edificio en ruinas de Taipéi. Las reseñas son muy buenas, en líneas generales.

Además el bosnio ganador de un Oscar, por ‘En tierra de nadie’, Danis Tanovic, concursa también en esta Sección Oficial con ‘Un episodio en la vida de un chatarrero'(‘An episode in the life of an Iron Picker’). Ganó el Gran Premio del Jurado en Berlín y el de Mejor Actor a su protagonista, Nazif Mujic. El drama de una familia gitana intentando sobrevivir ha obtenido excelentes críticas.

Pues… hay que verlas sí o sí.

‘La vida de Adéle’: Mujer contra mujer

La abajo firmante debe reconocer que salió de la pésima proyección padecida en una sala sevillana, que oscureció la pantalla durante cerca de diez minutos, de la aclamada ‘La vida de Adéle’, de Abdellatif Kechiche – Palma de Oro y Premio Fipresci en Cannes, basada en el cómic ‘El azul es un color cálido’, de Julie Maroh, y uno de los estrenos estrellas de esta rentrée otoñal – confusa y desconcertada. E incluso irritada, por el tratamiento tan esquemático que, a su entender, el realizador le aplica a la evolución de una de las protagonistas. Las expectativas generadas y las superlativas referencias críticas conllevan el efecto secundario molesto e indeseado de idealizar, por denominarlo así, lo que vas a ver y, al encontrarte con la película real, no acabas de encajarla en tu imaginario anterior.

Ahora, escribiendo estas líneas, recompone e intenta compatibilizar las encontradas impresiones que su visión le ha provocado, para hacer justicia a un filme valiente, hermoso, sensible y conmovedor. Porque el realizador – Túnez, cosecha del 60, del que conocemos la notable ‘La escurridiza’ – ha contado una historia en tres absorbentes horas que no pesan nada. Porque el relato, que se divide en dos capítulos, tiene una primera parte arrebatadora en la que se da cuenta de la confusión erótica y sentimental de una adorable chica de quince años, estudiante de instituto, inquieta e inteligente, lectora y con vocación pedagógica. Una eminente, estremecedora Adéle Exarchopoulos.

Porque nos muestra la presión del entorno, de las amistades, de los prejuicios y el rechazo a la diferencia. Porque revela que el deseo no oficial está proscrito, aunque tengas un amigo y cómplice gay. Porque la pandilla puede incentivar una relación condenada al fracaso. Porque la verdadera atracción es incandescente e instantánea. Porque la pintora dueña de un cabello azul, una excelente Léa Seydoux, resulta inquietantemente perturbadora. Porque aunque se niegue la evidencia y no se quiera luchar contra corriente, la pasión es más fuerte que cualquier otra cosa.

Porque nos revela el cuerpo a cuerpo, el deseo devorador, el sexo más explícito, el erotismo más febril,  en largas secuencias de la carnalidad entre dos mujeres muy jóvenes, mujer contra mujer, como nunca se había visto en una pantalla, genitalidad incluida. Escenas de una fuerza y de una intensidad en las que cada centímetro de piel es objeto de un contacto de alto voltaje. Porque también muestra los dos hogares de cada una de las chicas, tan diferentes, tan opuestos, situando a ambas en sus contextos familiares.

Poco después sobrevino el inoportuno apagón y cuando se retomó la proyección el salto en la historia era ya un hecho. Adéle ha crecido ante nuestros ojos y es precisamente aquí, con el personaje estrenando vida adulta, cuando el giro de su partner resulta más chocante. Desde una mirada violeta, duele la reproducción de esquemas sexistas en los roles y en la convivencia entre los personajes centrales, que el filme muestra en toda su crudeza. Cierto es que esto ocurre más a menudo de lo que sería deseable en los intercambios personales. Pero aquí, y en el contexto de esta historia de amor, duele más.

Una vez dicho esto, y rotos estos esquemas para bien y para mal, hay que rendirse incondicionalmente ante una cinta de una belleza, de un lirismo, de una potencia y de una intensidad conmovedoras. Con una puesta en escena en la que la vida, y no sólo la de Adéle, fluye ante nuestros ojos. En la que nos es dado contemplar los distintos escenarios en los que se mueve un personaje único que es escrutado por la cámara, a ras de un rostro, extraordinariamente expresivo, que nos regala el paso del tiempo, cada expresión, cada gesto, cada sentimiento, cada perturbación, cada risa, cada lágrima… Una joya, una experiencia cinematográfica única que nadie, en su sano juicio, debería perderse.

‘En cartelera’: Otras miradas, otras voces…

Entre la oferta de la semana cinematográfica que se inaugura con este viernes, ahora mismo, mientras se escriben estas líneas, hay material para todos los gustos y siempre es grato decir que también para quienes exigimos más del hecho cinematográfico. Para quienes otras miradas y otras voces fílmicas son fundamentales por ética y por estética, por enriquecimiento personal y cultural, por rigor, por heterodoxia, por huir de los caminos trillados, por la aportación de nuevas temáticas y formas de hacer, por la creación de nuevos lenguajes.

El estreno estrella, sin duda, es la Palma de Oro del Festival de Cannes y Premio Fipresci, la francesa, ‘La vida de Adéle’, de Abdelatiff Kechiche. La historia de una adolescente, confundida con sus propias inclinaciones y deseos y muy presionada por su entorno, que se enamora de otra chica nada convencional. Las críticas son extraordinarias. Es una de las elegidas para debatir en nuestra próxima tertulia de cine, ‘La Palabra y la Imagen’, del miércoles, 6 de noviembre. Lamentablemente, la veremos en versión doblada. Incomprensible. 

Otra cinta muy esperada, y también con las mejores referencias, es ‘Todos queremos lo mejor para ella’, de la realizadora catalana Mar Coll, que concursa en la Seminci vallisoletana. Sobre una mujer que intenta recuperar la normalidad tras sufrir un grave accidente.  Celebramos asimismo que la sueco -polaca, ‘El Molino y la Cruz’, de Lech Majewski, llegue, tras dos años de retraso, a nuestras pantallas. Se exhibió en el Festival de Cine Europeo de 2011, donde consiguió los Premios Especial del Jurado y de la Crítica Andaluza. Justos reconocimientos a una historia hermosa y transgresora sobre el arte y la tiranía religiosa.

Recuperamos dos de los títulos que se nos quedaron en el tintero la pasada semana. La española ‘Todas las mujeres’, de Mariano Barroso y la israelí, ‘Pie de página’, de Joseph Cedar. O, respectivamente, un veterinario pasando revista a las mujeres de su vida y un padre y un hijo estudiosos del Talmud. Prometen… sobre todo, la segunda.

Y para quienes gusten de un cine más ortodoxo y comercial, que no esté reñido con la calidad y el interés, tres norteamericanas. El thriller de terror, ‘Insidious. Capítulo 2’, de James Wan, director de ‘Expediente Warren’, que ha suscitado división de opiniones. El drama romántico, ‘La mirada del amor’, de Arie Posin, con una atractiva pareja protagonista, Annette Bening y Ed Harris, estimada y cuestionada a partes iguales. La tercera es otro drama de iniciación adolescente durante un verano, que ha sido valorada, ‘El camino de vuelta’, de Nat Faxon y Jim Rash. Todo ello junto al suspense español, con reparto internacional, ‘Gran Piano’, de Eugenio Mira. Unas propuestas eclécticas y sugerentes.

‘Prisioneros’: Rehenes

Denis Villeneuve – Gentilly, Quebec, cosecha del 67 – filmó en ‘Incendies’,(2010), una de las películas más potentes y perturbadoras que quien esto firma ha visto. Fue justa candidata al Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa en 2011. Y su última cinta, ‘Enemy’, basada en un relato de Saramago, ya está dando mucho que hablar. Esta que nos ocupa es la penúltima, fechada también en este año. Norteamericana de producción, de 146 minutos de metraje, con Aaron Guzikowski en la escritura, Jóhann Jóhannsson en la música y Roger Deakins en la fotografía.

Dos amigos, gente respetable de una comunidad respetable, pierden a sus hijas en la misma noche en la que ambas familias cenan juntas. A medida que pasan las horas, con todo el pueblo buscándolas y un obsesivo y peculiar detective al cargo del caso, la tensión se hará insoportable con un único presunto sospechoso, que es puesto en libertad por falta de pruebas. Así las cosas, uno de los progenitores decidirá averiguar el paradero de las niñas, a toda costa y a cualquier precio.

Con este material narrativo de partida, Villeneuve construye un relato intenso, de una insondable negrura y de una profundidad moral estremecedora. Nos asoma al abismo de la condición humana enfrentada al peor de los supuestos posibles, en los que el fin justifica los medios y la presunción de inocencia o el beneficio de la duda no tienen cabida. El filme arranca con ese padre y esposo amantísimo, y capaz de todo por su prole, animando a su hijo adolescente a matar a un hermoso gamo… Un cazador desesperado, que no se detendrá ante nada.

Y no sólo él. Ahí está el otro padre, el amigo cómplice y consentidor, sólo aparentemente más civilizado. Y las mujeres, las madres dolientes atiborrada de química la una y encubridora asqueada la otra. O el joven sospechoso, tan alienado, tan hermético, tan inquietante, tan oscuro, tan torturado… Y la abuela, tan fuerte y tan indómita, la mujer que lo crió, a la que no le tiembla la mano. Capítulo aparte merece el detective, tan puntilloso y obsesionado, pero intentando moderar los feroces ardores justicieros del progenitor que le cuestiona. Con ese tic en los ojos, esa imagen de paleto que encubre su ternura y capacidad de observación, su respeto por la legalidad.

Estos dramatis personae, rehenes de sí mism@s, de l@s otr@s y de sus circunstancias, se desenvuelven en un entorno tan aparentemente conocido como inescrutable. Y el desarrollo narrativo, que se toma su tiempo, con el ritmo que procede, en desvelar verdades incómodas, esqueletos en el armario,  situaciones y gentes que no son lo que parecen. Sin subrayados, obviedades, ni efectismos. Extraordinariamente bien filmada y contada. Con una puesta en escena eficaz y clásica, en la que no sobra ni un plano. Con una solidez en la dirección de actores y en la escritura, en un guión redondo y sin grietas. Lo mismo cabe decir de la música, la fotografía, de un equipo técnico compacto y solvente.

Y el reparto… No hay palabras para describir las excelencias de, sobre todo, Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, pero también de Viola Davis, María Bello, Terrence Howard, Paul Dano y una inesperada Melissa Leo. En suma, una cinta con calado, hondura, profundidad poética y ética, tan brutal como lírica. De verdad, no se la pierdan.

SEFF, Xª Edición. Hoja de Ruta. Toma I: Fuera del armario

A poco más de tres semanas de la celebración del Festival de Cine Europeo de Sevilla, bueno es retomar estas Hojas de Ruta cuya pretensión es ayudarles a seleccionar lo más interesante de la oferta de esta edición. Es evidente que el Gabinete de Prensa del Certamen publicita muy bien, a través, entre otros medios, de las redes sociales las diferentes Secciones de su programa. Pero aquí no se trata de ejercitar el copio y pego, sino de encontrar las referencias críticas de las cintas en cuestión.

Quede claro, entonces, que como estamos hablando mayoritariamente de películas inéditas, buscaremos las fuentes, entre otras posibilidades,  en las reseñas de festivales por las que han pasado. Y que el riesgo a correr es que no resulten justas o coherentes con la calidad del producto. El consejo siempre es el mismo, vean todas las que puedan. Y este prólogo necesario no se repetirá obviamente en las próximas entregas.

Así, pues, comenzamos. Bajo el epígrafe ‘Fuera del armario’, se han incluído cuatro cintas que, a su vez, forman parte de la Sección Oficial, Nuevas Olas No Ficción, Resistencias y Focus Europa respectivamente. Son, por este orden, la francesa ‘El desconocido del lago’, de Alain Guiraudie. La portuguesa ‘E agora? Lembra-me’, de Joaquim Pinto. La hispano-cubana, ‘La partida’, de Antonio Hens. Y la también lusa, ‘O corpo de Afonso’, de Joaö Pedro Rodrigues. Todas comparten temática gay masculina, una óptica transgresora y se diferencian en todo lo demás.

‘El desconocido del lago’, de Alain Guiraudie, ganó el Premio de la Sección ‘ Un Certain Regard’ y la Palma Queer, en Cannes. Un verano, un lago, tres hombres, una atracción fatal, una amenaza, mucho sexo explícito, una propuesta radical y cañera. En el Certamen francés se acuñó la expresión de un nuevo género, porno negro, para referirse a este filme. Y en la rueda de prensa que siguió a su proyección, la crítica estaba intensamente dividida y fue abucheado y aplaudido a partes iguales. Está clarísimo que habrá que verla.

‘E agora? Lembra-me’, de Joaquim Pinto, consiguió el Premio Especial del Jurado en Locarno y los de Mejor Película y el de la Crítica en el Festival Internacional de Valdivia. Viene avalada por las mejores referencias y es la crónica de un año en la lucha contra el sida y la hepatitis C de su realizador, enfermo desde hace veinte, con tratamientos tanto ortodoxos como experimentales. Una reflexión sobre la enfermedad, la medicina, las expectativas terapeúticas y de supervivencia, el amor… No hay que perdérsela.

‘La partida’, del cordobés Antonio Hens, retrata el romance de dos chicos que viven del turismo sexual en Cuba y que tienen que hacer frente a las dificultades inherentes a la represión machista y homófoba de su entorno y a sus circunstancias. Un drama del que se han encontrado reseñas más descriptivas que críticas y que ha pasado por el Festival Gay-Lésbico, de Miami. Así que, ante las dudas y pese a la presencia del ínclito Toni Cantó en su reparto, se impone verla.

La misma falta de referencias críticas nos encontramos respecto a la cuarta y última cinta, ‘O corpo de Afonso’, de Joäo Pedro Rodrigues, que ha estado en los Festivales de Locarno y Nueva York, lo que la avala. Va sobre un casting falso, sobre cuerpos de hombres en los que la cámara se recrea con ironía y humor, sobre el posible físico del rey portugués, sobre músculos y paro… Pues eso, una propuesta más que no hay que eludir.