En esta semana de vértigo, en la que quien esto firma tiene por delante la sesión, ayer, de su muy querido club de lectura: la madrugada del domingo al lunes, el maratón de los Oscar en el excelente programa de Generación Geek, de la emisora del SFC y el miércoles que viene, 2 de marzo, a las 19.30, la tertulia de cine en La Casa del Libro… En esta semana, escribía también ha habido un hueco para ver esta cinta británica de Tom Hooper, con 5 nominaciones a los BAFTA y 4 a los Oscar, que tenía aún pendiente.
120 minutos de metraje. Su guión se debe a Linda Coxon, sobre la novela de David Ebershoff. Su fotografía, hermosa y preciosista, a Danny Cohen. Su música, al excelente Alexandre Desplat. A estas alturas, ya saben de sobra que transcurre en la Dinamarca de los primeros años del pasado siglo. En ella, una pareja de artistas daneses se ve convulsionada por el descubrimiento de la verdadera naturaleza sexual y genérica del marido, que cambiará sus vidas para siempre.
Quien esto firma, no ha leído el libro original sobre el que está basado el relato. Pero sí le consta que la vida de los protagonistas reales es mucho más interesante y compleja que la de sus homónimos de la ficción fílmica. El realizador – que lo es también de las estimables ‘El discurso del rey’ y ‘Los miserables’ – ha puesto el acento en el melodrama más tópico y edulcorado, con una sobrecarga estética y sentimental de vía estrecha.
Pocas veces aparece el humor y el conflicto está teñido de una intoxicación emocional tan manierista, como vacía de contenido. Cursi y aburrida. Se ha perdido una oportunidad única de tratar con rigor y seriedad el retrato de un matrimonio nada convencional. De un hombre y una mujer, transgresores, creativos y pioneros, en una disyuntiva irreversible, que supieron resolver con sabiduría, respeto, sensatez e inteligencia. Por el contrario, se han cargado las tintas en el sentido más erróneo.
En esa página imprescindible que es Wikipedia tienen las biografías de Gerda y Einar Wegener, junto al alter ego y nueva identidad de este último, Lili Elbe. Lean y comparen…
En cuanto al reparto, y contrariamente a la opinión más generalizada, la firmante piensa que Eddie Redmayne está pasadísimo de rosca, sobreactuado a todas luces y forzadísimo. Así que la espléndida Alicia Vikander se lo merienda sin el menor problema. Ella es, sin duda, lo mejor de la función.
Que esta cinta esté nominada a los Oscar, entre otras categorías, a la Mejor Película y al Mejor Actor, habiendo quedado fuera ‘Carol’ de Todd Haynes o ‘Sufragistas’, de Sarah Gavron e intérpretes como Will Smith o Jake Gyllenhaal, por poner solo un par de ejemplos, es de juzgado de guardia. Así que ustedes mismos-as.