Archivo diario: septiembre 12, 2016

Dos de terror: Escalofríos…

 

A Pelado, Toro de la Peña 2016. Contigo, amigo. Contra el ritual de terror al que te someterán mañana. Contra la barbarie que nos envilece como país y ensucia nuestra democracia.

 

De antemano disculpas, porque esta tampoco va a ser una entrada convencional. La pasada semana quien esto firma tuvo ocasión de ver dos películas, de muy distinto signo y cualidades, pero con el denominador común del terror. En sus dos variantes, el thriller y el fantástico. El epígrafe de escalofríos se refiere a las gélidas temperaturas de las salas y a la experiencia religiosa de ser la única espectadora en una de ellas, con el miedo añadido subsiguiente.

Las dos son producciones estadounidenses del año en curso, dirigidas por ciudadanos extranjeros. A saber, ‘No respires’, del uruguayo Fede Alvárez, cosecha del 78 y ‘Nunca apagues la luz’, del sueco David F. Sandberg, de la cosecha del 81. En las dos, el guión lo firman los propios realizadores conjuntamente con Rodo Sayagues, en el primer caso, y Eric Heisserer, en el segundo. Sus fotografías están firmadas respectivamente por Pedro Luque y Marc Spicer. Y sus bandas sonoras por los conocidos Roque Baños y Benjamin Wallfisch. 88 y 81 minutos de metraje.

Digámoslo sin reservas. ‘No respires’ es bastante mejor. Aunque quien esto firma, no la haya valorado tanto como la mayoría de la muy cualificada gente de la crítica que conoce quienes, aunque señalen sus defectos, se han dejado impactar por su tratamiento y puesta en escena.

En efecto. Esta historia de dos chicos y una chica muy jóvenes que trapichean y malviven con robos no demasiado ambiciosos y que ven el golpe de su vida en atracar a un ciego millonario por una indemnización, no deja de ser potente y atractiva.

Pero el guión deja bastante que desear y sus excesos – aún siendo una de las señas de identidad del género – le pasan factura. Inquietante y tensa, sabe ser sutil y brutal cuando conviene. Pero roza el gore, el invidente es una especie de Robocop y uno de los jovencitos, el equivalente a los protagonistas de las películas de acción. Por más que le dan…incólume. Con todo, véanla.

‘Nunca apagues la luz’ es bastante más deficiente. En su fondo y en su forma. Una pena porque la historia de la versión oscura de una amiga real, devenida en fantasma tan brutal como desvalido, tenía posibilidades. Contenía líneas temáticas interesantes que podrían haberse desarrollado y valores como los de la lealtad, las críticas a instituciones mentales, servicios sociales, la maternidad diferente y un hombre solidario, la pareja de la joven y autónoma hija, también muy singular. El niño aparte, claro.

Con sus defectos, puede tener una visión. Y hasta aquí, la sesión doble de quien esto firma.