Quien esto firma, tuvo ocasión de ver esta ópera prima que nos ocupa en un pase especial con la presencia de su director y guionista, el también actor Eduardo Casanova. Se había anunciado un coloquio -que se prometía interesante- y que, lamentablemente, no tuvo lugar. Sí la introducción del realizador, ante una sala llena y entregada, sobre todo por parte de un público muy joven. Introducción en la que bromeó, se hizo selfies con nosotr@s y pidió el apoyo para la película. Poco más. Una pena.
Porque quien esto firma hubiera querido, por ejemplo, preguntarle por la delgada línea roja que separa la transgresión del delito en ciertas miradas fílmicas masculinas sobre las mujeres. Y en ciertas miradas críticas, mayoritariamente masculinas, también. Así, lo que se aplaude como perverso es. sobre todo, o bien una apología de la violencia de género o, lo que es lo mismo, un representación de las fantasías sexuales machistas que las protagonistas padecen y-o, supuestamente, gozan.
Viene al caso por una de las historias de ‘Pieles’, en la que se retrata como a un personaje bueno y padre cariñoso – aunque abandonara al hijo y a su pareja a su suerte… – a un hombre que tiene deseos tan ilícitos como escabrosos y, por no dañar al niño, opta por alejarse y resolverlos con una menor de 11 años ciega – «ella no va a sufrir», lo anima la madame – prostituida en un burdel.
Se lamenta el spoiler, pero no hay otra manera de contarlo. ¿Se imaginan ese tratamiento con un sacerdote…? Y no es la primera vez que nuestro cine convierte a un delincuente sexual en un héroe sensible e, incluso, romántico. Con nosotras, parece que todo vale.
En cambio la madre, excelente Carmen Machi, está contemplada como una arpía. A partir de ahí, para la mirada feminista y violeta que esto firma, y teniendo en cuenta que estas no son reseñas al uso… ¿qué puede escribirse?. ¿Es transgresor avalar un delito tan atroz y unirlo a la esclavitud, a la explotación inicua de la prostitución – infantil, para mayor agravante- con una pátina sentimental y rosácea, happy end incluido, y compararlo con las vivencias de las deformidades o las atracciones por ellas?.
En unos casos, se está con las víctimas y en este contra ellas. Decididamente contra ellas. Con un tratamiento y una conclusión tan superficial y engañoso, como cómplice. Y no es la única indigestión de fondo y de forma que ‘Pieles’ exhibe. Pero sí la más grave.
77 minutos de metraje. La fotografía muy bellamente José Antonio Muñoz «Nono». La excelente banda sonora, con temas populares y muy pegadizos muy bien insertados, la firma Ángel Ramos. Tiene un magnífico reparto coral, en el que destacamos a Candela Peña, Ana Polvorosa, Macarena Gómez, Secun de la Rosa y Joaquín Climent, además de la mencionada Carmen Machi.
Ustedes mism@s.