El guionista, asistente de dirección en ‘La isla mínima’ y director de cine y televisión – se hizo cargo de dos episodios de la serie ‘La peste’, también de Alberto Rodríguez, entre otros trabajos – Paco R. Baños, Sevilla, cosecha del 71, nos encandiló con su debut en el largometraje ‘Ali’ (2012), que logró entonces el Premio Asecan a la Mejor Ópera Prima en el Festival de Málaga. Este viernes pasado se estrenó su segunda propuesta, la que nos ocupa, cuyos resultados – en la opinión de quien esto firma – dejan bastante más que desear…
Coproducción hispano-portuguesa de 90 minutos de metraje. Su guión lo escribe el propio realizador, su excelente fotografía, que brilla especialmente en las hermosas localizaciones lusas, la firma Fran Fernández Pardo y su banda sonora, algo efectista pero eficaz, Pedro Marques. A destacar los fados. La historia, entre el drama y la road movie, sigue a una chica agorafóbica – la siempre excelente Natalia de Molina – que limita su perímetro vital a 522 pasos de su casa pero un acontecimiento dramático la obligará a salir de su zona de confort y a viajar buscando sus raíces.
Otra protagonista femenina, aunque haya bastantes diferencias con Ali, entre la singularidad y la antipatía. Ambas son bastante bordes, por qué no decirlo. Con esta George, además, es díficil empatizar porque, pese al esfuerzo de la actriz citada, está torpe e insuficientemente descrita. Ella y sus circunstancias familiares, ella y sus circunstancias en general. Y luego está lo del gato – sí, «ningún animal ha sido maltratado durante este rodaje» – que hay que ver cómo lo trata y provoca lo que provoca, aunque presuntamente le quiere mucho y es su compañero de vida… A la animalista, y gatófila, que esto firma le puso los vellos de punta.
Un inciso necesario: L@s felin@s pagan muy caro esa presunta «libertad» que les imponen ciertas personas humanas, un mito falso y peligroso. Son animales domésticos y las calles son extremadamente hostiles para ell@s en todos los sentidos. Escrito queda y ténganlo muy en cuenta.
Siguiendo con esta reseña, esta firmante encontró muy insatisfactorio el tratamiento de esta película: sus soluciones narrativas tan impostadas e incoherentes; sus ambiciosas pretensiones tan vacías de contenido, ese viaje hacia ninguna parte, esas subramas… Un guión que hace agujeros por todos lados, intentando un tono entre bizarro y poético, bordeando el absurdo, que se estrella penosamente. En fin…
La pelota en sus tejados.