Uno de los valores de esta película – producción norteamericana de 110 minutos de metraje, dirigida por el guionista, productor y realizador de cine y televisión, Greg Berlanti, cosecha del 72, neoyorquino de ascendencia italo-irlandesa, con guión de Isaac Aptaker y Elizabeth Berger, sobre la novela de Becky Albertalli, con una luminosa fotografía de John Guleserian y una banda sonora acorde con la trama, además de temas musicales reconocibles, de Rob Simonsen – es que es un producto digno y reivindicativo, aunque apenas sin aristas, comercial y dirigido a un público especialmente juvenil y adolescente.
Porque cuando tantos chicos se inician en la sexualidad con la pornografía y consumen subproductos audiovisuales que, además de ferozmente machistas, son homófobos, este relato – sobre un joven de 16 años que mantiene en secreto su opción sexual, pese a tener unos progenitores afectivos y respetuosos, consideración en su instituto y excelentes amistades… hasta que unos correos que llegan a las peores manos le complican la vida y precipitan las cosas – puede ayudarles a empatizar con las víctimas del heterosexismo y, de paso, a normalizar el hecho LGTBI que, aún en pleno siglo XXI, es una asignatura pendiente. Reivindicando también los finales felices en su caso.
Filmada en clave de comedia romántica y de enredos, que son excesivos en su parte final, solo por lo anteriormente escrito merece la pena verla. Además tiene encanto, frescura y una reflexión, si bien ligera, sobre el rechazo que aún genera la homosexualidad, incluso en los ambientes más privilegiados y presumiblemente cultos. Y también unos protagonistas dignos, complejos y nada caricaturescos. No cayendo tampoco en la mitificación del personaje central que resulta, aunque sea en legítima defensa, cómplice de las artimañas de un tipo más bien detestable y manipulador.
En el saldo negativo, destacamos su falta de garra y mordiente respecto al entorno, aunque tenga momentos divertidos e irónicos, su esquemático y acrítico tratamiento del romance juvenil y ciertos tics sexistas para con las chicas. Por cierto, todo el reparto funciona muy bien desde Jennifer Garner y Josh Duhamel, hasta la gente más joven, con especial hincapié en el protagonista Nick Robinson.
Así que, se repite de nuevo, deberían verla.