En la nueva oferta de la cartelera de este primer viernes del verano destacamos cinco películas, que pueden verse también en su versión original, y entre ellas dos miradas feministas de mujer que comentaremos en penúltimo y último lugar. Por este orden, tres norteamericanas, una sueca y una suiza. Todas ellas, a tenor de sus referencias, del máximo interés.
La primera es ‘Hereditary’, de Ari Aster. Sobre una galerista que recibe una herencia inmobiliaria aterradora y poblada de fantasmas a la muerte de su madre. La han definido como escalofriante, original y asombrosa. No deberían perdérsela.
La segunda es ‘Con amor, Simon’, de Greg Berlanti. Basada en la novela homónima de Becky Albertalli, narra la historia de un adolescente que oculta su homosexualidad, pero al que unos correos electrónicos equivocados complican la vida. La han descrito como conmovedora y reivindicativa. Hay que verla.
La tercera es ‘Tully’, de Jason Reitman. Una comedia ácida sobre la maternidad, protagonizada por Charlize Theron que ha recibido elogios unánimes y no debe obviarse.
La cuarta es ‘Granny’s dancing on the table’, de Hanna Skold. Sigue a una mujer apartada del mundo, y alienada hasta en su identidad más íntima, por un padre severo y cruel. Una mezcla de imágenes reales y animadas dura, valiosa y necesaria, que no hay que perderse.
Y la quinta es ‘El orden divino’, de Petra Biondina Volpe. Describe la revolución feminista y sufragista de una ama de casa de un pequeño pueblo al negarse su marido a que trabaje. En la Suiza de 1971, en la que las mujeres aún no podían votar. Tres Premios, incluyendo el del Público, en el Festival de Tribeca y excelentes críticas la avalan. Hay que verla sí o sí.
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