Archivo mensual: agosto 2013

‘El último concierto’: Afinamientos

Por esa funesta manía de, o bien no traducir, o bien ‘adaptar’, los títulos de las películas que abunda en el suelo patrio – y cuando pretende aproximarse al original, como en este caso, tanto peor – ‘A Late Quartet’ ( Un cuarteto tardío) ha devenido en nuestro idioma en ‘El último concierto’. Lo que, a fuer de disparatado, se presta a confusión con la casi homónima de Radu Mihaileanu, ‘El concierto’. En fin. La que nos ocupa, ópera prima producida, escrita y dirigida por el norteamericano Yaron Zilberman, es un drama de 105 minutos y fechado en 2012. Su estreno en VOS en el cine Avenida casi llenó, en un sofocante agosto, el vestíbulo y las escaleras de acceso a la sala. Una buena oferta genera la afluencia de público y no se enteran…

La historia sigue a un célebre y prestigioso cuarteto de cuerda, con 25 años de triunfal andadura. Cuando, y de manera inesperada, uno de sus componentes se ve afectado por una enfermedad imposibilitante, esta circunstancia hará aflorar soterradas rencillas, rivalidades, celos y traiciones nunca resueltas.

He aquí un material narrativo que, en otras manos, hubiera resultado altamente inflamable. Bien por los excesos de intoxicación sentimental o bien, en las antípodas, por un enfoque académico frío y elitista. Pero el realizador mantiene a raya ambos peligros, con una puesta en escena sobria, clásica y elegante. Y con un tratamiento del factor humano, complejo y sensible. Mima a los personajes y a las situaciones e interacciones creadas entre ell@s , con una excepción en la que luego habrá que detenerse.

Sabe transmitir el refinamiento de la cultura y el arte impregnados de vida, sin torres de marfil. El magisterio y la sabiduría de la enseñanza, sin rastro de pedantería. Refleja cómo la insidiosa incapacidad acecha cuando menos se la espera. Los deterioros de la edad. Las glorias y miserias de la creación. Las relaciones conyugales, paterno-materno-filiales, amistosas, amorosas y la difícil compatibilidad con la disciplina creadora. Está magníficamente dialogada. Las interpretaciones son excelentes, con menciones especiales para un excelso Christopher Walken  y el siempre eminente Philip Seymour Hoffman.¡¡¡Para qué hablar de la música…!!! Y Angelo Badalamenti se encarga de la banda sonora.

Pero la disonancia se encarna en las mujeres. Y es especialmente injusta con el de la estupenda Catherine Keener en un personaje agrio, rígido, plano, al que no se le permite la cercanía, ni la expresión de sus emociones, salvo las negativas. Y el de su hija en la ficción que, aún cuando es tratada con respeto e Imogen Poots la encarna muy bien, sobran sus devaneos sentimentales.

El resto es de una impecable y hermosa armonía. No se la pierdan.

‘En cartelera’: Limbos, infiernos y paraísos…

 En el penúltimo viernes de este tórrido agosto que nos castiga, destacamos los estrenos sobre el papel más interesantes que oferta la cartelera. Con las más que razonables dudas sobre si las salas sevillanas estarán a la altura de las circunstancias o, por el contrario, como viene siendo su tónica habitual, condenarán al limbo de lo invisible a cintas estimables y más que dignas de verse…

Comenzamos por un drama norteamericano que sí veremos, también en v.o.s, y que es el único estreno previsto – y confirmado – en nuestro aún único reducto cinéfilo, el Avenida. Así, que mal pinta el panorama para el resto de títulos… Se trata de ‘El último concierto’, ópera prima de Yaron Zilberman y con un reparto de élite que incluye a Philip Seymour Hoffman, Christopher Walken y Catherine Keener. Sobre un cuarteto musical enfrentado a una difícil tesitura profesional y personal. Las referencias son muy positivas. Se destacan el guión, la realización, el tratamiento de la historia y las interpretaciones.

 Y otros dos dramas, pero esta vez del Viejo Continente . Ambos se proyectaron en nuestra ciudad el pasado noviembre, dentro de la Sección Oficial del Festival de Cine Europeo. Hablamos de la coproducción entre Alemania, Francia y Austria, del director de esta última nacionalidad, Ulrich  Seidl, ‘Paraíso: Fe’. Forma parte de una trilogía. La dedicada al Amor, que también se exhibió en el Certamen y se nos quedó inédita la semana pasada, y la que glosa a la Esperanza. En la que nos ocupa, que puede que no la veamos…, se fustiga al fanatismo religioso y sectario, al integrismo católico más siniestro. Muy recomendable.

Por último, la magnífica,  también coproducción entre Bélgica, Luxemburgo, Francia y Suiza, ‘Perder la razón’, del belga Joachim Lafosse. Sobre una terrible y dramática visión de un hecho real. Excelente.

 Pero… quien esto suscribe se teme que, adormecid@s y embotad@s con los rigores estivales, no se atrevan con dos filmes adultos, osados, descarnados y transgresores. Nos siguen tratando como a menores de edad, tan sólo destinad@s a productos comerciales de consumo asegurado y fácil digestión, de usar y tirar. Y seguimos, pese a todo, clamando en el desierto.

‘Una casa en Córcega’: Legados

Para Conchi y Estefanía, amigas, cinéfilas, animalistas de pro…

Para una mirada crítica – como la de la abajo firmante – teñida de colores diversos, entre los que está el verde animalista, no resulta fácil declarar su admiración por una cinta, como esta, que tiene un personaje, unas escenas y una filosofía tan contrarias a la que ella profesa. Menos mal que este blog permite a su responsable matices y disgresiones, puntualizaciones y añadidos, que en una reseña al uso no cabrían…

Porque ‘Una casa en Córcega’ – ópera prima franco- belga del  profesor de filosofía, periodista, productor, guionista y realizador, Pierre Duculot, fechada en 2011, de 83 minutos de metraje – es, a despecho de reservas antiespecistas, una estimable película. Y este es uno de los supuestos más insidiosos en los que la abajo firmante puede encontrarse. Y este es uno de los supuestos que obliga a determinadas precisiones en el registro de sus cualidades y valores. Y este es uno de los supuestos en los que, salvo excepciones, la abajo firmante se siente solitaria e incomprendida.

La sinopsis da cuenta de la inesperada herencia recibida por una chica de treinta años, con un modo de vida y una relación sentimental insatisfactorios. Su abuela, a quien ha querido y cuidado mucho, le deja, al morir, la casa a la que alude el título original, ‘en el culo del mundo’. En una pequeña aldea, de apenas doce habitantes. Antes de decidirse a ponerla a la venta, como le instan sus pareja y parientes, decide ir a verla. Y tal visita provocará un antes y un después para ella.

El arranque, tan sobrio como eficaz en su planificación, sitúa perfectamente la frustración de la protagonista. Laboral, familiar, sentimental. Su duelo, la lectura del sorprendente testamento y su inconmovible determinación de visitar su legado in situ. Y una vez allí, su amor a primera vista por un lugar inhóspito, unas gentes algo hoscas, pero hospitalarias, una casa amenazada de ruina y la hermosura de un paisaje que deja sin aliento, y que nos sirve la espléndida fotografía de Hichame Alaouié.

Pero también, una vez allí, su inexplicable fascinación por un apuesto pastor,  tan sobrio como aparentemente encantador, pero cazador de jabalíes,  en su tiempo libre, con sus amigos no menos simpáticos. Dejarle a su puerta el cadáver del pobre animal es un juego de niños… Pero también, una vez allí,  la protagonista ayuda al citado, entre risas, a coger a un precioso y tierno cabrito blanco, reservado al consumo navideño. Pero también el realizador, con varios cortos en su haber sobre contrastes entre diversas formas de vida, refleja sus complacencias con una comunidad rural, a la que muestra sin ángulos oscuros.

Cierto es que la conclusión es realista. Cierto es que mima a sus personajes, aunque algunos sean de una sola pieza. Cierto es que muestra la fuerza de una mujer en la búsqueda de sus raíces más profundas, contra todas las dificultades. Cierto es que revela la solidaridad familiar. Cierto es que sabe eludir con elegancia los esquematismos que acechan a la historia. Cierto es que evita las tentaciones de la autoría, en beneficio del relato.  Todo ello, nobleza obliga, es tan cierto como que la abajo firmante no le perdona a su responsable su falta de respeto por otras criaturas, con tanto derecho como las humanas a la vida y a la tierra.

‘El estudiante’: Elecciones

En este reducto de cine alternativo, aunque de amplia minoría, que responde al nombre de Sevilla Cinéfila, se sigue dejando constancia del paso, y de la ausencia…, por nuestras carteleras de estos títulos, a despecho del tórrido verano. A despecho de este temible estío poblado de monstruos, hecatombes  variadas, zombies, apocalipsis, conflictos intergalácticos o batallas de cualquier tipo.

Nada que ver con la cinta que nos ocupa…’El estudiante’ es un filme argentino, fechado en 2011, de 113 minutos de metraje, que se ha hecho esperar en su estreno sevillano. Viene precedido de los Premios a la Mejor Película en los Festivales de Gijón y Cartagena y de los Especiales del Jurado de Bafici y de Locarno, de los Premios Sur a las Mejor Opera Prima, Actriz Revelación, Actor Revelación y Guión Original,  entre otros reconocimientos como los de Mejor Película de la Crítica de su país. Su responsable, firmante y coproductor es el bonaerense Santiago Mitre, cosecha del 80.

La historia sigue a Roque Espinosa – excelente Esteban Lamothe -, un joven procedente del interior, que llega a la capital para estudiar. Aunque, en realidad, no tiene claro la carrera o las materias a seguir y parece más interesado en la vida social y en los placeres más hedonistas. Sin embargo, el encuentro con una joven profesora muy comprometida – estupenda Romina Paula – encaminará sus pasos hacia la política.

Realizada impecablemente, con un más que exiguo presupuesto, sin el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Con una puesta en escena, en la que nada es gratuito. Con una puesta en escena precisa, concisa, vibrante e intensa, en la que cada plano describe y narra lo visible y lo invisible. Lo obvio y lo secreto. Con una voz en off que resulta un contrapunto magnífico, y que se permite interrumpir el relato, en tres ocasiones, para enriquecerlo aún más y permitirnos una cierta distancia.

Un relato y un retrato de la efervescencia universitaria, en vísperas de unas elecciones académicas cruciales, en tanto que microcosmos de una macropolítica que teje sus hilos para no quedar al margen de cualquier centro de poder. Implacablemente crítica. Construye un caleidoscopio ideológico, generacional, de apasionados contrastes de pareceres, de vehementes tomas de postura teóricas y prácticas. Pero también sociales, interpersonales, sexuales…

Se sumerge, y nos sumerge, en las entrañas de la institución docente por excelencia. Un lugar nada solemne, pero lleno de vitalidad, debates, ruido, energía, mítines, clases contestadas y contestatarias, pactos, acuerdos, traiciones. Un mundo, reflejo de una sociedad y de un país, con sus luces y sus sombras. Un universo donde la educación política, ideológica, sentimental y afectivo-erótica del protagonista nos es revelada sin concesiones y lúcidamente. Así como la de su entorno. No da tregua. No siempre resulta cómoda. Caústica, irónica, cínica y brillante. Tan bien filmada, escrita y contada, como interpretada en su conjunto. De visión imprescindible.

‘En cartelera’: Tres de cuatro…

 En este tórrido viernes, 9 de agosto, nos encontramos con una sorpresa – llegada con retraso – y con tres ausencias. La primera es la argentina, ‘El estudiante’, de Santiago Mitre. Citada ya dos veces en sendas entradas de este blog, y estrenada oficialmente la pasada semana, en el resto del país. Trata sobre la iniciación a la política de un estudiante del interior, recién llegado a  Buenos Aires. Las referencias críticas son superlativamente buenas y le han llovido premios y reconocimientos.

En cuanto a las ausencias, tenemos, para empezar,  a un curioso drama japonés, ‘ About the Pink Sky’ , de Keichi Kobayashi, filmada en blanco y negro y fechada en 2011. Sobre adolescentes, azares, delitos, reparaciones y formas de ver la vida. Sus reseñas han sido muy dispares y contrapuestas.

Y la del documental – otro género inexistente en las carteleras sevillanas…-  aunque, en este caso, en su modalidad de docudrama. Se trata de la española, ‘Kanimambo’, que firman tres realizadores, Adán Aliaga, Abdelatif Hwida y Carla Subirana. Y el relato da cuenta de su triple aventura como cineastas en Mozambique, buscando historias y personajes emocionantes. Se han destacado sus buenas intenciones y sus irregulares resultados.

La tercera invisible es la franco-belga, ‘Una casa en Córcega’, de Pierre Duculot. Sobre una camarera con una vida más bien aburrida a quien su abuela le lega al morir la casa aludida en el título. A partir de aceptarla, su existencia dará un vuelco. Sin referencias.

La que sí se proyecta, en su versión original, es la francesa ‘Renoir’, de Gilles Bourdos. Sobre los dos genios, padre e hijo, el pintor y el director de cine. Una película biográfica, o biopic, ambientada en la Costa Azul en 1915. Y de ella, dará cuenta este blog…

‘Colosio, el asesinato’: Crimen de Estado

Luis Donaldo Colosio fue un político mexicano, miembro del PRI, Partido Revolucionario Institucional, por el que fue diputado, senador, presidente y primer Secretario de Desarrollo Social. Candidato a la presidencia de su país hasta ser abatido a tiros el 23 de marzo de 1994, poco antes de las elecciones, en Tijuana, Baja California. Unos días antes de su asesinato, pronunció un discurso muy crítico con la política del entonces primer mandatario y su valedor político, Carlos Salinas de Gortari, aunque sin mencionarle directamente. La versión oficial señaló a un único autor, Mario Aburto, como el responsable del crimen. Son datos de hemerotecas y de Wikipedia.

El veracruzano Carlos Bolado, cosecha del 64, firma esta coproducción entre su país, Colombia, Francia y España, de 102 minutos de metraje, fechada en 2012, con la que ha conseguido batir récords de taquilla y polémica. Pero no por falta de rigor, ya que investigó exhaustivamente todo un material biográfico, ensayístico, fílmico, audio y videográfico del magnicidio.

A partir de ahí, recrea su visión de los hechos. A partir de ahí, describe con fuerza y potencia, garra y verosimilitud, la investigación paralela a la oficial, y secreta, que le es encargada a un experto en inteligencia con un equipo tan eficiente, como poco convencional. A partir de ahí, construye un thriller político que, pese a algunas obviedades y esquematismos en la construcción de personajes, engancha e interesa. A partir de ahí, ofrece una visión demoledora del poder. A partir de ahí, la crónica de un país convulso, tan bello como peligroso.  A partir de ahí, no deja títere con cabeza. A partir de ahí, va encajando las piezas de un rompecabezas sangriento.

El reparto está a la altura. Yazpik, Giménez Cacho, Kate del Castillo, Odiseo Bichir… Un caso cerrado en falso. Una película valiente y comprometida, que contribuye a la memoria histórica, no sólo mexicana, sino universal.

‘Cautiva’: En el nombre de Dios…

Brillante Mendoza, el realizador filipino cuya cinta ‘Lola’ nos fascinara e impactara a partes iguales, aborda ahora en ‘Cautiva’ – fechada en 2012, con 121 minutos de metraje, y coproducida por su país, Francia, Reino Unido y Alemania – un hecho real que tuvo lugar en 2001.

Se trata del secuestro de un grupo de personas- cooperantes en su mayoría – en un hotel, en la playa, por un grupo islamista llamado Abu Sayyaf. Desde ahí, son trasladadas en barco a la selva para evitar su localización. Pese a las diferentes nacionalidades de las víctimas y al peso específico de sus Gobiernos, la liberación se demoró más de un año y la convivencia forzosa con los captores, en condiciones límites, resultó inevitable y dolorosa. No tod@s sobrevivieron a tan terrible experiencia.

El director ha declarado, lo leemos en la ficha técnica que nos proporciona el cine Avenida donde la proyectan, que » rodé la película en orden secuencial, empezando con el hotel en la playa… Lo hice porque quería que los actores sintieran el miedo y la esencia del secuestro. Quería que experimentaran al máximo lo que significa un rapto y lo que ocurre durante el cautiverio». Y así es. Así lo refleja una narración exhaustiva y casi entomológica, que sumerge al espectador en las entrañas de la privación de libertad repentina y extremadamente violenta.

Desde la tremenda travesía, teniendo que ocultarse, porque las armas les apuntaban, de sus posibles salvadores. Hasta la jungla sofocante, hostil, territorio enemigo. Un enemigo fanático. Un Dios frente a otro. Víctimas y verdugos conviviendo sin comunicarse apenas, más que a base de órdenes. Y entre l@s cautiv@s, las mujeres también víctimas de las víctimas. Abusos de poder. De un poder que utiliza la violación como arma. Y el dinero como instrumento y objetivo, como transacción de vidas. Y los Gobiernos, que parecen olvidar a sus ciudadan@s, más de un año…, porque no transigen, porque no ceden a exigencias, porque no pactan.

Todo esto lo muestra, como se debe hacer, Brillante Mendoza. Con una cámara, un clima y un tempo que parece tan real, que se diría filmado casi documentalmente. Sólo que se hubiera agradecido más intensidad, más atención a las interrelaciones de ese heterogéneo grupo en condiciones tan extremas, una mayor dedicación a los personajes, al factor humano. Y eso que el reparto está muy bien. Con una pasmosa Isabelle Huppert a la que vemos deteriorarse, aún sin perder su fuerza, ante nuestros ojos. No del todo redonda, pero sin duda interesante. De lo mejor de la adocenada oferta cinematográfica de nuestra ciudad.  Hay que verla.

‘En cartelera’: Ausencias clamorosas

Esta entrada podría ser fácilmente intercambiable con la sección del blog ‘El cine que Sevilla no verá’. Así es, porque de los cuatro estrenos más susceptibles de ser degustados por cinéfil@s – como alternativa al adocenado, previsible e infantiloide cine comercial que nos abruma – no han llegado esta semana a las carteleras de nuestra ciudad, NINGUNO. Leen bien, NINGUNO. 

Se trata de tres coproducciones europeas y una latinoamericana. Cuatro dramas de muy distinto signo y diversa recepción crítica, pero con el común denominador de ser películas adultas en fondo y forma. Comenzamos por la húngara-franco -germana, ‘Sólo el viento’, de Benedek Fliegauf. Sobre una familia gitana que vive, como toda su comunidad, hostigada y amenazada por crímenes racistas que se han cobrado varias vidas. Oso de Plata y Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín del pasado año, sus reseñas han sido, en general, positivas. Se destacan su intensidad, su potencia y su denuncia de una lacerante realidad.

La alemana, ‘Romeos’, ópera prima de Sabine Bernardi, fechada en 2011, da cuenta de la iniciación sexual de un veinteañero, con cuerpo de mujer, que está en proceso de cambio de género. El comienzo de un trabajo comprometido, el descubrimiento del ambiente y del amor en la persona de un chico, le provocarán conflictos y dilemas con los que no había contado. L@s especialistas han resaltado su sinceridad y su honestidad. Se da la curiosa circunstancia, además, de que su protagonista, el actor Rick Okon, estaba, por aquel entonces, en el mismo proceso que su personaje.

‘Lo que el día debe a la noche’ es un filme francés, firmado por Alexandre Arcady, sobre cómo afectan las tensiones amorosas y franco-argelinas en el Orán de los años cuarenta. Las críticas no le han sido propicias…

Y finalmente, la argentina ‘El estudiante’, de Santiago Mitre, citada ya en otra entrada de este blog, sobre el descubrimiento de la vocación política y militante, por parte de un joven universitario, procedente del interior, y que llega a Buenos Aires sin un objetivo previo más que el de experimentar la vida de la capital. Espléndidas referencias para una película muy galardonada, que data de 2011.

Esta es la interesante oferta que tienen otras ciudades más afortunadas que la nuestra. Estos son los otros estrenos, invisibles en las carteleras sevillanas, de este primer viernes de agosto. Estas son cintas que, probablemente, no veremos o lo haremos con bastante retraso, si hay suerte. Esta es la situación endémica que convierte a Sevilla en uno de los peores lugares de este país para escribir sobre y estar al día en, o, más sencillamente, para disfrutar de un tipo de cine diferente, más inquieto y transgresor, más interesante. Ausencias clamorosas que nos duelen, nos indignan y nos empobrecen culturalmente.