Archivo diario: agosto 9, 2018

‘Blackwood’: Talentos ocultos

Rodrigo Cortés, cosecha del 73, es un actor, guionista, productor y director de cine español consagrado en el Festival de Málaga con su ópera prima ‘Concursante’ (2007), que obtuvo el Premio de la Crítica. Luego ha rodado en inglés, pero en localizaciones españolas, su aclamada ‘Enterrado’ (2010), Premio de la Crítica en Deauville, ‘Luces rojas’ (‘Red lights’, 2012) y esta que nos ocupa, cuarta de su filmografía. Referencias de la imprescindible página Wikipedia.

Así que, de momento y a su particular manera, este orensano se ha movido entre el terror y el fantástico, o mejor, entre una mezcla de ambos, con una mirada diferente sobre ambos géneros. A quien esto firma le han interesado bastante sus propuestas anteriores, con sus virtudes y defectos, pero lamenta dejar constancia de que ‘Blackwood’ resulta ser la excepción a esta regla.

El punto de partida de esta producción estadounidense – de 96 minutos de metraje, cuyo guión firman Mike Goldbach y Cris Sparling, sobre la novela homónima de Lois Duncan escritora juvenil y autora de las serie ‘Sé lo que hicisteis…’, con una impecable fotografía de Jarin Blaschke y una sugerente banda sonora de Víctor Reyes – no deja de tener su interés.

Habla de cómo la estancia de cinco adolescentes muy conflictivas en un estricto internado, al que alude el título, las convierte en criaturas habitadas por talentos extraordinarios que permanecían ocultos. Pero…

Reseñar que dos de las intenciones del realizador, en declaraciones suyas a diversos medios, de no hacer un film de terror al uso para consumo adolescente, ni tratar a esta generación de manera paternalista o condescendiente se han cumplido. El resto, no tanto… Aunque estén en la trama la importancia de la disciplina y el trabajo para alcanzar la excelencia frente a los brillos fulgurantes y tramposos, la naturaleza caprichosa de la inspiración y el castigo añadido a unas jóvenes con déficits afectivos, entre otros asuntos.

El problema es que todo ello se difumina en un guión confuso, disperso, caótico y aliado más con los efectos especiales que con los temas citados y el desarrollo de los personajes. El problema es que todo ello afecta a la coherencia narrativa de un relato gótico con una puesta en escena estilizada. El problema es que tampoco funciona a nivel genérico. Y, por supuesto, el problema es que todo ello afecta a un reparto solvente que se esfuerza por hacer creíbles a unos personajes esquemáticos.

Una pena. De todas formas, deberían verla y formarse su propia opinión.