Esta firmante – tras su inmersión en el Festival sevillano y dado que también deja constancia en este blog de las series que ve, además de otras circunstancias y actividades – solo ha visionado este documental de entre la estimulante y variada oferta del Certamen onubense. Un documental, un documento excepcional, que ha merecido el Premio Especial del Jurado y el del Público.
Un documental, un documento excepcional, en el que sobre las imágenes correspondientes de escenarios y personas que las pronuncian, se escuchan estas frases: «Somos una profesión de contactos. Contacto emocional y contacto físico y este bicho nos ha robado la piel. Pero yo voy a abrazar a mis hijas, después de dos semanas encerrado a cal y canto en casa. Ni el bicho este me va a quitar este placer »
«Tú piensas que estás curtido y no lo estás. Para esto no te prepara nadie. No es lo que recoges, los cuerpos, es que ves a lo que te enfrentas»… «Tras 57 días en la UCI y 30 en coma, en este tiempo el mundo se ha parado»… «Ninguna institución estaba preparada para asumir esta avalancha, es de una envergadura brutal, que nos ha dejado a todos sorprendidos por la capacidad de progresión que tenía la curva» «No hay cura, sólo métodos de soporte»
«Se nos están yendo los que nos sacaron adelante. Eso tenerlo claro. Los que han currado, los que han trabajado y los que han pasado penalidades. Los que han levantado este país»… «A partir de las 11 de la mañana empezamos a enterrar, es no parar, es frenético. Aunque sea nuestro oficio, a esto no te acostumbras»…
«Les han dejado morir, no les han dado la oportunidad de vivir y queremos saber por qué» «Tuve a mi hijo e ingresé en UCI, ahora´, meses después, podré acunarle y abrazarle»…»Me daba igual morirme antes de enfermar. Ahora no. Tras meses en coma y en cuidados intensivos, quiero vivir, estar con mi familia, disfrutar de mi recuperación» «El placer de la primera bocanada de aire fuera del hospital»
Detrás de cada una de ellas, hay gente de todas las edades, circunstancias y profesiones que vivieron y viven este escenario distópico y devastador de la pandemia. Gente que reflexiona, que se emociona, que denuncia, que llora, que ayuda a salvar vidas, que dirige, que sufre, que enferma, que se cura, que muere…
Gente de todos los estamentos sanitarios, médic@s, enfermer@s, auxiliares, técnic@s, administrativ@s y celadores-as, de empresas de suministros, limpiadoras, policías, soldados, bomberos, enterradores, plantilla de funerarias, familiares, intern@s en residencias privadas a quienes ni llegaron a ingresar. Madres, hij@s, niet@s, cuidadores-as entre un larguísimo etcétera que este documental, este documento excepcional, muestra en sus entornos sin enfatizar. Permitiéndonos ver, verles y oirles.
Este documental, este documento excepcional, nos sumerge en las entrañas del horror de las urgencias, de las curas, de los cementerios, de las residencias, de los ataúdes, del dolor, de la desolación, de la soledad infinita del último viaje, de la rabia de los deudos y de sus justas denuncias, de los nombres e imágenes de quienes se fueron en árboles, lazos, aceras… Del duelo y las ausencias irreversibles sin despedidas. Pero también de la alegría contagiosa de quienes salen y son aplaudidos en los pasillos por quienes se dejaron la piel por hacerlo posible.
Este documental, este documento excepcional, fue filmado durante cuatro meses en la primera línea de la primera ola del Estado de Alarma. Es una producción española de 94 minutos de intenso y absorbente metraje. Escrita, producida y dirigida por el reportero de guerra, productor, escritor y cineasta italo-argentino Hernán Zin, cosecha del 71, entre cuyos reconocimientos y nominaciones están los Premios Forqué para ‘Nacido en Gaza’ (2014) y ‘Nacido en Siria’ (2017). Fotografiada con excelencia por Raúl Peña y con una vibrante banda sonora firmada por William Kingswood.
Este documental, este documento excepcional, tan valioso, valiente, justo, necesario y pertinente, es emocionante hasta las lágrimas aunque nunca juegue con los sentimientos de quien lo ve. Nunca hace épica, ni lírica, ni trampa con esta tragedia impensable que nos ha tocado vivir: muestra a protagonistas y escenarios con serenidad, sin énfasis, ni subrayados innecesarios. Es tanto más conmovedora por ello. Aunque suba el ritmo y nos haga vibrar con los aplausos y bailes de los balcones en homenaje a es@s héroes y heroínas a su pesar y a todo riesgo. Debería ser de visión obligada en las televisiones públicas y en todos los centros educativos.
Háganse con él. Bajo ningún concepto deberían perdérselo.