Archivo mensual: marzo 2021

‘El agente topo’: De la vejez y otras soledades…

Sobre Maite Alberdi, la responsable de esta singular propuesta, cosecha del 83, nos relata Wikipedia que es directora audiovisual de la Pontificia Universidad Católica de Chile, licenciada en estética y en comunicación social por el mismo Centro. Además de guionista, realizadora y crítica de cine, que ha ejercido además como montajista, sonidista, directora de fotografía y productora ejecutiva en diversos filmes y documentales de su país.

Como los suyos propios, cuatro hasta ahora del que este es el último, pues está especializada en el género. Ha recibido numerosas distinciones internacionales por títulos como ‘La once’ (2014), retrato de unas ancianas amigas de su abuela, que recibió reconocimientos tales como la Mejor Dirección Femenina Documental en Amsterdam y una nominación al Goya como Mejor Película Iberoamericana o ‘Los niños’ (2016), sobre unos jóvenes con síndrome de Down, Mejor Documental en Barcelona o el microdocumental ‘Yo no soy de aquí’ (2016) cuyos protagonistas son ancianos inmigrantes aquejados de demencia senil y alzheimer.

Este Agente Topo que nos ocupa registra un hecho real, ficcionado y con protagonistas reales, en el que un octogenario es fichado para espiar en una residencia católica de la tercera edad, por un detective cuya clienta es la madre de una de las internas que sospecha del trato que le dan y de las condiciones del centro. Deberá ejercer su misión durante tres meses integrándose allí, con el acuerdo de su familia, «armado» con gadgets del oficio tales como gafas y bolígrafos que incluyen cámaras. Así como aprender los secretos de una tecnología que, desde las propias funciones del móvil, se le resiste…

Partiendo de esta premisa, tan disparatada y excéntrica como cierta, la cineasta transita con humor, credibilidad, emoción y ternura por una historia que se le podía haber ido de las manos. Mantiene un tono que elude la sensiblería, el paternalismo bienintencionado y el edulcoramiento tan proclives cuando se filma a personas entradas en años. Les retrata tal cual, con sus personalidades tan auténticas como diversas y con sus limitaciones físicas y mentales, con sus achaques y manías. Sin maquillajes ni imposturas, incluso en las distancias más cortas. Eso sí, con el máximo respeto por sus dignidades personales, sin crudeza alguna más que la derivada de los deterioros inevitables que aparejan esos «estatutos del tiempo con sus bochornos» a los que maldecía en una inolvidable canción la gran Violeta Parra.

Les retrata a través de la peculiar, personal e intransferible investigación de ese detective absolutamente achuchable y comestible que es Sergio Chamy, quien va acercándose, no sólo a su «objetivo», sino al resto de ancianas. Porque aunque el protagonista sea él, se nos da a conocer a un grupo de mujeres irresistibles a quienes nuestro héroe permitirá expresarse y ser ellas mismas ante nuestros ojos. Quienes, quizás por vez primera en mucho, mucho, mucho tiempo, sentirán que son importantes para alguien.

Porque también documenta la soledad en esta etapa de la existencia, en esta última etapa, en la que los afectos son tan importantes. En la que la compañía, las relaciones humanas, son tan imprescindibles como la atención médica y los cuidados, pero paradójicamente estas personas se ven abocadas a un aislamiento forzoso. En la que las nieblas mentales no son obstáculos para esas necesidades y para esos vínculos prioritarios. Todo eso está aquí, sí. Pero muy bien controlado para no caer en situaciones lacrimógenas, ni de pornografía emocional. Ni, en el extremo opuesto, en hacer sangre.

Ni siquiera en lo que respecta a la residencia y a sus profesionales a quienes trata con el mismo cariño, aunque se eche de menos una crítica a estas instituciones. Porque, se insiste, no necesita subrayado alguno esta mirada delicada, divertida, inteligente y sensible de una cineasta experta en criaturas marginadas a su pesar, en la más amplia acepción del término. No necesita de clichés, ni de lugares comunes. Menos aún teniendo con ese reparto tan impresionante.

Coproducción entre Chile, España, Alemania, Holanda y Estados Unidos, fechada en 2020, de 84 minutos de metraje. Su guión los escribe su responsable, Maite Alberdi. Muy bien fotografiada por Pablo Valdés y con una acertada banda sonora de Vincent van Warmerdam. Y del reparto real citado, destacar además de al también nombrado y magnífico Sergio Chamy, a Marta Olivares, Berta Ureta, Zoila González, Petronila Albarca… unas damas arrebatadoras en sus glorias, creatividad, ingenio y hasta en las inevitables miserias derivadas de sus cronologías. Entre la inacabable lista de sus nominaciones y reconocimientos, destacamos el Premio del Público en San Sebastián y la candidatura al Oscar como Mejor Largometraje Documental. Categoría, por cierto, que este año ha reconocido los trabajos de otras tres mujeres.

No se pierdan esta película única en sí misma y en su género, tan creativa que puede verse como un docudrama, una comedia y un thriller de espionaje siendo un documental basado en hechos y con personajes reales. Lo merece sobradamente. Véanla.

‘Nomadland’: El viaje de l@s desheredad@s

Jessica Bruder es una periodista y autora norteamericana, que colabora en medios tan importantes como el New York Times, el New York’s Magazine o el Harper’s Magazine, que enseña escritura creativa en la prestigiosa universidad de Columbia y en cuyas obras indaga en las subculturas de su país. Tras el impacto que le provocó la entrevista con un matrimonio de jubilados sin derechos quienes, como tantas otras personas de su edad, se lanzaron a la carretera consiguiendo a duras penas trabajos temporales, hizo lo propio y recorrió el país de costa a costa – viviendo y ganándose el sustento con y como ell@s – y desde México a la frontera canadiense. Más de 24.000 kms y casi cuatro años después de esta intensa experiencia, obtuvieron como resultado un libro-reportaje tan reconocido como premiado: ‘Nomadland: Sobreviviendo a la América del siglo XXI’, traducción de su título original inglés. Fuente: Wikipedia.

Bruder declaró, en una entrevista concedida a El País el 23 de noviembre de 2020, firmada por Juanjo Villalba, que: «Se trataba de un tipo de empleo itinerante del que nunca había oído hablar. Me pareció distópico que estadounidenses en edad de jubilación y sin residencia fija, fueran contratados para trabajos como ese…» Como Amazon, pese a sus duras condiciones laborales y que recibe subvenciones por contratarles, pero también recogidas de remolacha, parques de atracciones y tantas otros. Gente blanca, porque el racismo imperante lo hacía muy díficil a la de color y muchas mujeres fuertes y valientes»

Otra mujer, la eminente actriz Frances McDormand, leyó el libro y la conmovió profundamente, haciéndose con sus derechos y ofreciéndoselo a la guionista y realizadora chino-estadounidense Chloé Zhao – cosecha del 82, con cuatro títulos en su haber, de los que este es el tercero – pues le apasionó su anterior filme ‘The Rider’ (2017). Zhao la escribió y filmó. Tres mujeres, tres, hicieron posible esta absolutamente deslumbrante propuesta que nos ocupa.

Tres mujeres, tres, nos han hecho este regalo inmenso. Un retrato tan lírico como inmisericorde de unas gentes mayores infinitamente valiosas a quienes la crisis del 2008 les arrebató trabajos, subsidios, la posibilidad de un plácido retiro, seres queridos y hogares. El retrato de otro país errante cuyos habitantes convirtieron su precariedad, sus extremas indefensión y vulnerabilidad, en vínculos y redes solidarias y creativas al margen del feroz capitalismo salvaje o de «la dictadura del dólar» en palabras de Bob Wells, uno de sus mentores ideológicos, que se interpreta – como much@s en este retrato coral con una clara protagonista – a sí mismo.

Un retrato a lo largo y ancho de kms de paisajes de una hermosura que corta el aliento, rodada en cinco Estados: Dakota del Sur – ese Parque Nacional de Badlands… – Nebraska, Arizona, Nevada y California. Un retrato de bosques, de árboles inmensos, de desiertos, de rocas inverosímiles, de costas, de espacios áridos de sol ardiente o gélidos y nevados. Un retrato de vehículos, furgonetas y autocaravanas de nombres peculiares.

Un retrato hermoso y poético, pero que nunca cae en la épica de una forma de vida forzada aunque, como en el caso del personaje central, acabe siendo voluntaria. Un retrato de la dignidad de la gente al margen de un sistema que les desheredó. Un retrato de la solidaridad mutua de estas personas siempre ayudándose, pero que nunca cae en la idealización porque es radicalmente crítico con un stablishment que les niega todo y que les aboca a la marginación. Un retrato de sus trabajos tan duros y explotados.

Un retrato de sus duelos, de sus pérdidas, de sus alegrías, de sus despedidas y de sus reencuentros, de sus principios y finales… Un retrato conmovedor hasta las lágrimas, pero duro y terrible. Un retrato también lleno de humor. Un retrato verdadero como sus protagonistas reales, inolvidables Bob, Linda, Swankie… y con los talentos inmensos de Frances McDormand, eminente, excelsa y David Strathairn. Un retrato escrito, adaptado y filmado con intensidad, pasión, lucidez y una profunda melancolía en sus 108 minutos de metraje por la mirada de una mujer, se repite, Chloé Zhao. Con una bellísima fotografía de Joshua James Richards y una preciosa banda sonora, con hermosos y vibrantes temas countries, de Ludovico Einaudi.

Premio del Público en Toronto, León de Oro en Venecia, dos Globos de Oro, los de Mejor Película en la categoría de Drama y el de la Mejor Dirección, entre un interminable etcétera de respaldos y nominaciones que han culminado en seis a los Oscar incluyendo Mejor Película y Dirección, siendo la máxima favorita. Todos, todos, todos los reconocimientos le son debidos.

Termina con esta frase: «Para quienes habéis tenido que partir, nos veremos en el camino». Recórranlo y NO DEJEN DE VERLA.

‘Minari. Historia de mi familia: El desprecio hacia los seres pequeños

Quien esto firma, alegrándose inmensamente por la reapertura en el día de hoy de las queridas y añoradas salas de cine, tenía previsto un programa doble en la de referencia de la cinefilia sevillana, el Avenida. Y eligió precisamente esta que nos ocupa como la segunda a visionar. Sus referencias, que pueden leer en la entrada anterior de este blog dedicada a la cartelera, eran inmejorables. Venía precedida de reconocimientos y nominaciones tales como Mejor Película y Premio del Público en Sundance, Mejor Película de Habla no Inglesa en los Globos de Oro y seis candidaturas a los Oscar incluyendo Película y Director.

Y hablando del realizador, Lee Isaac Chung, es un guionista y cineasta coreano-estadounidense de la cosecha del 78. ‘Minari’, su título original, es la sexta de una filmografía integrada en los parámetros del cine independiente, con películas dramáticas, dos de ellas contra el genocidio de Ruanda y el remake en imagen real de la notable animada japonesa ‘Your name’, de Makoto Shinkai, que han merecido la atención de festivales internacionales y le han granjeado las mejores críticas.

Así que, dado este currículum de realizador sensible y empático, esperaba lo mejor de esta propuesta que recoge libremente recuerdos de su infancia en Arkansas. Pero, apenas comenzar, nos muestra a uno de los protagonistas de la historia trabajando como sexador de pollitos. Es decir, diferenciando a los machos de las hembras en estos seres tan delicados y vulnerables. Tanto a unos como a otras la especie llamada humana les ha condenado al peor de los destinos aunque a los primeros, además, se les ejecuta triturándoles…

Lo que vemos aquí es como estos aterrados seres sintientes son manipulados, examinados, separados y arrojados en cubículos diferentes en la citada escena, sin el menor cuidado y con la máxima diversión por el protagonista, alabado por su cualificación en el «oficio», y sus dos compañeros, un hombre y una mujer. Con el desprecio más absoluto, prepotente y especista, por estas criaturas pequeñas, por estas vidas pequeñas inocentes e indefensas. Para más inri, en clave de gag…

La animalista que esto firma no lo pudo tolerar. Porque lo siguiente era la crónica de la vida familiar del mentado «experto» en una granja y se marchó. Pero, como le ha ocurrido en circunstancias similares, deja constancia de ello para que sirva de aviso a navegantes con la misma o parecida sensibilidad.

Escrito queda.

En cartelera: El cine vuelve a las salas, vuelvan a las salas de cine

Este viernes, 26 de marzo y segundo de la primavera, nos trae la inmensa alegría de la reapertura de las salas. De entre su oferta de estrenos, destacamos cuatro películas. Dos de ellas dirigidas por mujeres y tres pueden verse en sus versiones originales subtituladas. Son, a saber, las comentaremos por este orden: una francesa, una coproducción entre Chile, Alemania, España, Países Bajos y Estados Unidos y dos estadounidenses. Los extractos de las críticas de expert@s y medios proceden de la imprescidible página FilmAffinity y los datos biofilmográficos de la no menos relevante Wikipedia.

La primera es ‘Solo las bestias’, fechada en 2019, del guionista y cineasta germano-francés Dominik Moll, cosecha del 62. Se trata de un drama de intriga, que adapta la novela de Colin Niel, sobre la desaparición de una mujer cuyo coche es descubierto en un lugar remoto tras una tormenta de nieve. Mientras la policía carece de pistas, cinco personas – cada una de las cuales oculta un secreto – parecen estar ligadas a su desaparición. Protagonizan Denis Menochet y Valeria Bruni Tedeschi. Obtuvo el Premio del Público en el Festival de Tokio, que premió también a otra de sus actrices, Nadia Tereszkiewicz.

Se ha escrito sobre ella: «Un feroz thriller francés en forma de puzzle perfecto… una historia elaboradísima, rotunda de principio a fin» Javier Ocaña, El País: «Cinco películas en una, casi todas buenas…» Federico Marín Bellón, ABC: «Claustrofóbica, densa, inquietante y excelentemente estructurada…» Carmen L. Lobo, La Razón: «La desaparición de la mujer es una excusa para relatar las historias de cinco personajes solos, interpretaciones excelentes… » Andrea G. Bermejo, Cinemanía. Es evidente que no hay que perdérsela, aunque la animalista que esto firma, visionado su trailer, tenga alguna prevención sobre el trato dado a los animales en ella.

La segunda es ‘El agente topo’, de la directora artística, guionista, productora y cineasta chilena Maite Alberdi, cosecha del 83. Se trata de un documental, fechado en 2020, sobre un octogenario contratado por un detective para infiltrarse en una residencia de ancian@s y descubrir si hay irregularidades y posible maltrato en ella. Pero… Premio del Público al Mejor Filme Europeo en San Sebastián, nominado al Goya, a los Independent Spirit, a los NBR y al Oscar al Mejor Largometraje Documental.

Se ha escrito sobre ella: «Obra insólita, quizás única en la historia del cine… Se ríe, se llora y se encuentra en ella… la bendita emoción de la verdad» Javier Ocaña, El País: «Un documental que adopta la forma de una película de espías… una lectura sobre la soledad de nuestros mayores…» Enric Albero, El Mundo: «Se mueve en un intermedio perfecto entre la sagacidad, la sensatez y la ternura» Desireé de Fez, Fotogramas. Es evidente que no hay que perdérsela.

La tercera es «Minari. Historia de mi familia’, fechada también el pasado año, del guionista y realizador norteamericano Lee Isaac Chung, cosecha del 78. Es un drama familiar autobiográfico, independiente y sobre la inmigración, ambientado en los años 80, en el que el director retrata sus recuerdos de infancia en una granja de Arkansas. Entre sus reconocimientos más destacados están los de Mejor Película y Premio del Público en Sundance y seis nominaciones a los Oscar incluyendo Película y Director.

Se ha escrito sobre ella: «Crece hasta convertirse en un retrato resplandeciente de la existencia…» Luis Martínez, El Mundo: «… calculada y hecha con primor y para ser vista con agrado» Oti Rodríguez Merchante, ABC; «Delicada película… con humor y sensibilidad, que no sensiblería…» Carmen L. Lobo, La Razon. Es evidente que no hay que perdérsela.

Y la cuarta, la gran estrella, es ‘Nomadland’, fechada asimismo en 2020, de la productora, guionista y cineasta Chloé Zhao, cosecha del 82, quien adapta el libro de Jessica Bruder. Entre el drama, la road movie y el cine independiente, narra la historia de una mujer que lo pierde todo en la crisis del año 2008 y se embarca en un viaje hacia el Oeste viviendo como una nómada en una caravana. Protagonizada por Frances McDormand. Entre sus incontables premios y reconocimientos están el Premio del Público en Toronto, el León de Oro en Venecia y seis nominaciones a los Oscar, en los que parte como máxima favorita, incluyendo Mejor Película y Directora.

Se ha escrito sobre ella: «Merece cada premio imaginable… única e inolvidable…» Peter Travers, ABC News: «Un retrato único de la existencia de los marginados» David Rooney, The Hollywood Reporter: «Una película prodigiosa, infectada de una rara y punzante melancolía…» Luis Martínez, El Mundo: «Zhao y McDormand construyen un retrato ficcional cargado de entereza y sensibilidad» Manu Yáñez, Fotogramas. Es evidente que no hay que perdérsela.

Todas ellas en el Avenida hasta el martes de la próxima semana donde puede que haya algunos cambios. También pueden recuperar ‘El padre’, de Florian Zeller y ‘Las niñas’, de Pilar Palomero, ambas de visión imprescindible.

Pues ya lo saben, consulten horarios y sesiones y VUELVAN AL CINE.

Cine en plataformas. Toma 4, HBO. ‘Collective’: Crimen de Estado

30 de octubre de 2015, 22.32 horas. Club Colectiv de Bucarest. El grupo Goodbye to Gravity presenta allí sú nuevo, será el último…, album y preparan una sorpresa con fuegos artificiales durante la actuación. Pero, en lugar de eso y debido a materiales altamente inflamables como la espuma de poliuretano y la ausencia de ignífugos, se declara un incendio devastador. Tampoco hay extintores operativos y tan solo una pequeña salida abierta apenas por la mitad.

Cuando las entre 200 y 400 personas que estaban dentro se dan cuenta de que no es pirotecnia, sino fuego real, la desbandada es aterradora. 27 jóvenes, entre ell@s cuatro de los cinco componentes del conjunto musical, mueren al instante y hay 180 heridos. Y esto – registrado con imágenes tan elípticas como impactantes, en este documental demoledor – será solo el principio…

Lo que sigue es la rueda de prensa de las familias de las víctimas. Lo que sigue son 37 muertes más debidas, no sólo a las quemaduras, sino a las bacterias hospitalarias. Bacterias letales que se hicieron fuertes porque el biocida, de una empresa Hexi Pharma, que debía eliminarlas estaba tan diluído que no funcionaba.

Esto pese a que los responsables estatales recibieron informes al respecto. Esto ocurriendo en todos los hospitales del país, gestionados por gerentes tiránicos, indeseables y mafiosos. Centros que mantenían Unidades de Quemados sin saber cómo tratarlos, sin limpiarles las heridas que se llenaban de gusanos.

Esto en nombre de una corrupción generalizada y mafiosa, que arrancaba desde las más altas instancias, cuyo impío modus operandi retrasaba los traslados de enfermos a otros países cercanos donde hubiesen salvado sus vidas. Estas revelaciones terribles surgieron de la investigación, retratada aquí, de tres periodistas – ¡¡¡de un diario deportivo!!!, dos hombres y una mujer, Mirela Neag, coordinados por uno de ellos, Catalin Dolontan – inasequibles al desaliento en su búsqueda de la verdad en despachos, redacciones, ruedas de prensa, reuniones con familiares, cuyas informaciones – junto a las protestas de padres y madres, de la ciudadanía justamente airada – hicieron dimitir a un ministro y a un gobierno. Y ese final… Hasta aquí puede leerse.

Todo esto y mucho más nos es narrado sobria, seria y rigurosamente en esta coproducción entre Rumanía, Luxemburgo y Alemania, de 109 minutos de metraje. Escrita, junto a Antoaneta Opris, fotografiada y filmada por Alexander Nanau, cosecha del 79, que sigue la estela del excelente cine de su país y del talento de colegas tales como Cristi Puiu, Cristian Mungiu o Calin Peter Netzer entre tant@s otr@s. Su música la firma Kyan Bayani.

Precedida de las mejores referencias y de premios tales como Mejor Documental Europeo, tiene dos candidaturas al Oscar al Mejor Documental y a la Mejor Película Internacional.

No se la pierdan.

No solo cine. Sevilla, #8M2021: Banderas rojas, vibración violeta

Cuando quien esto firma accedió por la Avenida de la Constitución hispalense hasta la Plaza de San Francisco – punto de encuentro, en pleno centro histórico, de la concentración con motivo del 8 de Marzo organizada por diferentes colectivos y asociaciones unidas bajo las siglas del Movimiento Feminista de Sevilla – creyó haberse equivocado de destino. Porque lo primero que divisó ondeando al aire fueron banderas rojas… no pertenecientes a sindicatos, que no estuvieron presentes como tales.

Y claro que a esta firmante – mujer de sangre roja de izquierdas, de querencias tricolor y blanquiverde y de corazón y voluntad intensamente morados y verde antiespecista – le gusta verlas mecidas por el viento. Pero no era el día, no era el día, no era el día…

`Tal parece que las mujeres nunca estamos a parte entera en nuestros espacios y en nuestras conmemoraciones reivindicativas. Siempre tenemos que compartirlos, voluntaria o involuntariamente, aparentemente fue el caso, con otros colectivos u organizaciones que luego, en las suyas más específicas, no tienen la misma reciprocidad con nosotras y nuestras causas.

Pero bueno, tras ese cordón, que imponían las distancias de seguridad estrictamente cumplidas en este 8 de marzo bajo el signo de la pandemia, había un núcleo duro intensamente feminista. Ahí sí, se expresó la solidaridad con las compañeras madrileñas. Ahí sí, el violeta lucía en mascarillas, chaquetas, pantalones, globos, camisetas, vestidos, medias, anoraks, sudaderas, cintas, pulseras…

Ahí sí, no pararon de corearse eslóganes contra la justicia patriarcal, la pornografía, el terrorismo machista, las violaciones, la brecha salarial, la feminización de la pobreza y a favor del propio cuerpo, del aborto libre y gratuito, de las libertades en la calle y en la noche, de la abolición de la prostitución, de que ser mujer no es un sentimiento, de…

Ahí sí, también se entonaron himnos como la versión feminista del Bella Ciao o El violador eres tú. Ahí sí, vibraron la energía y la fuerza más reivindicativas de mujeres de todas las edades, muchas jóvenes entre ellas. Ahí sí, se leyó un manifiesto que englobaba lo más importante y pendiente de nuestra agenda, aunque esta cronista echara de menos las críticas al borrado de las mujeres que se prepara desde instancias gubernamentales y cuyas consecuencias son muy graves y preocupantes, como se está comprobando en otros países europeos.

Una representación del Partido Feminista leyó también un manifiesto igualmente muy completo, aunque más centrado en el aspecto laboral entendido de una manera muy integral.

Haciendo votos por un nuevo 8 de marzo, libre del maldito virus maldito, en el que recuperemos nuestras caras y nuestras libertades, aboliendo las distancias para juntarnos, besarnos y abrazarnos colectiva y multitudinariamente.

Escrito queda.

Goyas 2021: Sonrisas, lágrimas, duelo, esperanza y… mujeres

Quien esto firma se ha atrevido, sin ser experta ni estar cualificada para ello, a escribir en su muro y en su página cinéfila de Facebook un largo comentario sobre esta Gala, que ha suscitado algún interés. Así que ha decidido reproducirlo libremente en esta entrada, añadiendo algunas consideraciones más. Todas intensamente subjetivas, personales e intransferibles, desde su posición como espectadora.

Para empezar, su más enérgica repulsa a los obscenos e intolerables comentarios machistas de dos sujetos, por llamarlos de alguna manera, que se colaron en el audio de TVE en los momentos previos a la ceremonia. Hacían alusión – pueden ver el video en redes y prensa, si no lo han hecho ya, es viral – ante la imagen de Marta Nieto, es mi prima – luego uno de los ínclitos se apellida igual – a su físico y al de las demás actrices con «perlas» como estas: «Esta (por Nieto) está muy buena, porque las demás son esqueletillos… Para mí, para mí… Es la que está más buena (también por Nieto) y también la Nancy Pelosi (por Nathy Pelosi)… y otra llena de tatuajes, pero puta, puta, puta, putón verbenero, esta cobra seguro» LITERALMENTE. No se sabe aún si pertenecen a la plantilla del Ente Público, si a otros medios o si eran espectadores que curioseaban por allí, pero sí que deberían ser identificados y penalizados. Esto a dos días del 8M. Y aún dicen que el feminismo no tiene razón de ser…

Por lo demás, la Gala resultó impecable, excelente, sobria, contenida, respetuosa, sabiendo marcar muy bien los tiempos, con una puesta en escena elegante y visualmente hermosa, pero sin exceso alguno e intensamente emotiva. El escenario, sin público abajo, fue un ascua de luz cuando un excelente Banderas – que dominaba como nadie tan impresionante espacio escénico, que transmitía como nadie… ya volveremos sobre él – dijo: «No hay nadie en las butacas, pero no estamos solos» y se encendieron múltiples paneles electrónicos que permitieron ver a l@s candidat@s en sus casas, al menos en interiores, con sus equipos, familia y gente querida. Fue algo tan impresionante como mágico.

Por lo demás, la Gala eliminó sabiamente los chistes malos, los «gags» que nos provocaban vergüenza ajena, las frases guionizadas, presuntamente ingeniosas, que quienes presentaban los premios se veían obligad@s a pronunciar. Antes al contrario, todo fue como debía, dando paso a cada galardón sin subrayados, ni énfasis. Tampoco cuando quienes los entregaban eran estrellas de la talla de Penélope Cruz o Pedro Almodóvar. Aunque Carlos Areces, eso le honró, sí le enviara un mensaje de fuerza a su colega enfermo Jordi Sánchez.

Y hablando de estrellas – gran trabajo de Banderas, de nuevo, entre sus amistades de la Meca del Cine o del cine europeo… – saludaron, y apoyaron, al cine español a lo largo de la transmisión, vía satélite, nombres propios tales como Robert de Niro, Emma Thompson, Benicio del Toro, Dustin Hoffman, Salma Hayek, Charlize Theron o Guillermo del Toro entre tant@s otr@s.

Por lo demás, se guardó un minuto de silencio por quienes nos arrebató el maldito virus maldito. Por lo demás, se mencionó a quienes nunca se visibiliza porque tienen oficios imprescindibles en la industria audiovisual que no son ni nominables, ni premiables. Por lo demás, una enfermera comprometida y entregada a la causa de l@s enferm@s y sus familias, presentó el Goya de Honor.

Por lo demás, en el In memoriam, que fue bellísimo y muy bien entonado el tema por Vanesa Martín, no sólo se rindió un tributo a l@s cineastas desaparecid@s – con la excepción de Rosa María Sardá, que pidió expresamente a la Academia que no se la incluyera – sino que se hizo extensivo a TODAS las víctimas de TODOS los países del mundo con sus nombres sobreimpresionados en un mapa.

Por lo demás, y así se lo ha contado esta firmante en la entrada anterior a esta del blog, ha sido la edición de las mujeres. Con un 41%, tal como lo expresó el director de la Academia Mariano Barroso, estuvieron representadas en prácticamente todas las categorías, aunque no se las premiara tanto en algunas de las más atípicas. Pero sí se hizo historia al premiar por primera vez a una mujer por la Mejor Dirección de Fotografía. O lo que es lo mismo, a Daniela Cajías por ‘Las niñas’, que se llevó también con todo merecimiento el Goya a la Mejor Película.

Sí, la excelente película de Pilar Palomero, cuya crítica tienen en estas páginas y que puede, y debe, verse en Filmin. Una excepcional mirada de mujer se llevó el máximo galardón y ese sí que es otro motivo de orgullo inmenso a las puertas, en vísperas del #8M.

Por lo demás, hubo discursos reivindicativos y violetas. Y también, Alberto Sanjuan, antidesahucios. Por lo demás, una radiante y luminosa Ángela Molina recogió su más que merecido Goya de Honor. Por lo demás, vibraron las alegrías y las incontenibles emociones en las casas de l@s demás ganadores-as, con toda la frescura, vitalidad y energía a raudales que les propiciaba estar en espacios privados, aunque en buena y numerosa compañía. Por lo demás ni el presentador-organizador citado, ni la excelente María Casado fagocitaron con sus intervenciones la ceremonia, sino que la dejaron fluir de la mejor manera posible.

Hubo sí, puntos negros. Aitana no es Barbra Streisand – quien también saludó… – y el tema se le quedaba muy grande. Carlos Latre no es Pepe Isbert, ni Diana Navarro Lolita Sevilla. Ni se puede recrear a un genio más que con efectos visuales ni se puede entonar el Americanos os recibimos como si fuera un «blues» para hacer alardes vocales y despojándolo de toda sus cargas irónica y crítica.

Por lo demás, hubo reivindicaciones al cine, a la cultura, a su importancia sanadora en estos tiempos oscuros y a la esperanza de que veremos la luz al final del túnel. Una Gala, en resumen, difícilmente mejorable que debería, con todos sus aciertos enumerados, marcar un camino a seguir para las siguientes.

Escrito queda.

Goya 2021: Con M de mujeres

Sin pretender resultar triunfalistas, porque la paridad está aún muy lejana en la industria audiovisual, lo cierto es que – en esta edición tan atípica de los Premios por antonomasia de la cinematografía española, la de la pandemia, la que se celebrará este sábado que viene, a tan sólo dos días del 8M- estos Goya sí tienen nombre de mujer.

Esta entrada se propone analizar el número de estas profesionales nominadas en las categorías más importantes – con excepción de las intérpretes y de las más tópicamente femeninas, por fundamentales que sean y que son, como vestuario, maquillaje y peluquería o similares – y en aquellas que no suelen incluirlas habitualmente.

Comenzamos el recuento. A saber:

Mejor Película: Dos de cinco. ‘Las bodas de Rosa’, de Icíar Bollaín y ‘Las niñas’, de Pilar Palomero

Mejor Dirección: Dos de cuatro. Icíar Bollaín por ‘Las bodas de Rosa’ e Isabel Coixet por ‘Nieva en Benidorm’

Mejor Dirección Novel: Dos de cuatro. Pilar Palomero por ‘Las niñas’ y Nuria Giménez Lorang por ‘My Mexican Bretzel’

Mejor Guión Original: Dos, que son tres, de cuatro. O lo que es lo mismo, Alicia Luna e Icíar Bollaín por ‘Las bodas de Rosa’ y Pilar Palomero por ‘Las niñas’

Mejor Guión Adaptado: Dos de cuatro, en regimen de coescritura. Marina Pérez Pulido por ‘Ane’ y María Libertad Castillo por ‘Los europeos’

Mejor Música Original: Una de cuatro, que son dos. O lo que es lo mismo, Aránzazu Calleja y Maite Arroditajauregui por ‘Akelarre’

Mejor Canción Original: Una de cuatro. Rozalén, ‘Que no, que no’, por ‘Las bodas de Rosa’

Mejor Dirección de Fotografía: Una de cuatro. Daniela Cajías por ‘Las niñas’

Mejor Montaje: Una de cuatro. Sofi Escudé por ‘Las niñas’

Mejor Dirección Artística: Dos de cuatro. Montse Sanz por ‘Black Beach’ y Mónica Bernuy por ‘Las niñas’

Mejor Sonido: Dos de cuatro en sus respectivos equipos. Josefina Rodríguez en el de ‘Akelarre’ y Mar González en el de ‘El plan’

Mejores Efectos Especiales: Dos de cuatro en sus respectivos equipos. Ana Rubio por ‘Akelarre’ y Miriam Piquer por ‘Historias lamentables’

Mejor Película Documental: Dos de cuatro. ‘Cartas mojadas’, de Paula Palacios y ‘My Mexican Bretzel’, de Nuria Giménez Lorang

Mejor Película Iberoamericana: Una de cuatro. ‘El agente topo’, de Maite Alberdi (Chile)

Mejor Cortometraje de Ficción: Una de cinco. ‘Beef’, de Ingrid de Santos

Mejor Cortometraje Documental: Dos de cuatro, que son tres. O lo que es lo mismo: Ana Serna y Paula Iglesias por ‘Sólo son peces’ y Mabel Lozano por ‘Biografía del cádaver de una mujer’

Mejor Cortometraje de Animación: Una de cuatro, en regimen de codirección. Carla Pereyra por ‘Metamorphosis’

Y, por supuesto, el Goya de Honor a otra mujer. A una espléndida y singular actriz, plena de talento, matices y registros interpretativos, que ha trabajado con los mejores tanto a nivel nacional como internacional, Buñuel incluído: Ángela Molina.

Fuente: Página Oficial de los Premios Goya

Que no decaigan estos justos y merecidos reconocimientos a las cineastas y toda la suerte. No olviden ver la Gala este sábado, 6 de marzo, a las 22 horas en TVE.