Archivo diario: septiembre 29, 2013

‘En cartelera’: De aventureros y brujas…

Septiembre finaliza y nos depara varios estrenos de diverso interés. Por géneros, ganan los dramas combinados con relatos reales, de terror, fantásticos… Y tan sólo una comedia. En cuanto a nacionalidades, abundan las coproducciones europeas junto a dos españolas y una estadounidense.

El título estrella lo firma Alex de la Iglesia. Se trata de ‘Las brujas de Zugarramurdi’. Con un gran reparto. Carmen Maura, Terele Pávez, Mario Casas, Hugo Silva, Santiago Segura, Carlos Areces y un largo etc. Sevilla Cinéfila la ha visto y muy pronto tendrán la crítica en el blog. La otra de nuestro país está codirigida por Javier Asenjo y Miguel Angel Pérez. Trata sobre el reencuentro de dos amigos montañeros, unidos por el sueño de coronar una cima. Pendientes aún de verla, lamentamos dejar constancia de que sus reseñas no han sido positivas.

Y de otros aventureros de distinto signo, comandados por el visionario y personaje real, Thor Heyerdahl, que pusieron rumbo a la Polinesia en una balsa de madera nos habla ‘Kon- Tiki’, de Joachim Roenning y Espen Sandberg. Coproducción entre Noruega, Reino Unido y Dinamarca, de la que este blog dará cumplida cuenta muy pronto. Otra coproducción. Esta vez, franco belga, adaptación fílmica de la obra homónima de Boris Vian, ‘La espuma de los días’, de Michel Gondry, un drama fantástico, con Audrey Tautou a la cabeza del reparto. Y terminamos con la estadounidense, ‘Un hombre solitario’, de Brian Koppelman y David Levien. Nos llega con cuatro años de retraso y la proyectan en un sólo cine. Suscitó opiniones divergentes, pero todas destacaron el excelente trabajo de su protagonista, Michael Douglas.

‘Thérèse D.’: El discreto encanto de la burguesía

El parisino Claude Miller rodó y escribió el guión, junto a Natalie Carter, de  esta su última película, basada en la novela homónima de François Mauriac – en la que el apellido de la protagonista, como en el título original, es Desqueyroux – en 2012, gravemente enfermo de un cáncer, que acabaría con su vida el 4 de abril de ese mismo año. A título póstumo, el filme fue presentado un mes después en el Festival de Cannes. Existe otra versión cinematográfica de la obra, titulada en castellano, ‘Relato íntimo’, firmada por Georges Franju en 1962 y protagonizada por Emmanuelle Riva y Philippe Noiret.

Con 110 minutos de metraje, transcurre en los años veinte, en el suroeste francés. En esa época, eran frecuentes las bodas concertadas entre quienes poseían las tierras. Y así una joven independiente y de ideas propias, con un padre más bien librepensador, se casa con un terrateniente conservador. Aunque intente adaptarse a una existencia y a un matrimonio sin alicientes, la situación se le irá de las manos.

Es posible que la proximidad de la muerte, y el saberse su firmante en fase terminal, influyera en el tono del relato tan abúlico y exangüe. Tan carente de intensidad. Tan distante y casi abstracto. Con esos saltos temporales, a veces vertiginosos, en los que la premura por condensar la narración pasa factura al desarrollo de la historia y de los personajes. El tratamiento de estos últimos es tan paradójico y contradictorio como la propia puesta en escena. Junto a escenas muy conseguidas – esa que da cuenta del horror de la protagonista ante la crueldad de su cuñada cazadora, la intimidad entre ellas… – otras que, siendo sustanciales, pasan desapercibidas.

Otro tanto puede decirse del reparto. Muy bien las composiciones de Gilles Lellouche y, sobre todo, de Anaïs Demoustier  y muy insuficiente la de Audrey Tautou. Cierto que rompe en mil pedazos la sombra de Amelie y eso se agradece. Pero apenas si deja traslucir su atormentado mundo interior, sus terribles contradicciones, su mutilada rebeldía… Su inexpresividad es total, porque así se lo han marcado. Un gran error porque se ha perdido una magnífica posibilidad de plasmar en imágenes un demoledor retrato en negro  de una clase social y de la alienación de una mujer en ella y en una unión equivocada, que la conduce al límite.