La responsable de estas líneas siempre ha sostenido que, en general, gusta de los dramas nórdicos. Si además pertenecen al thriller, tal combinación le resulta irresistible, como lectora empedernida del género negro. Así que, sobre el papel, concibió ciertas expectativas sobre esta película danesa, basada en una de las novelas de la excelente serie del Departamento Q, cuyo autor es Jussi Adler-Olsen.
Esta, precisamente, es la tercera adaptación al cine, y por orden cronológico, de este autor. Anteriormente se han visto ‘Misericordia’ y ‘Profanación’, ambas dirigidas por Mikkel Norgaard y fechadas respectivamente en 2013 y 2014. Las tres comparten guionista, Nikolaj Arcel. ‘Redención’ es de este año y su realizador es Hans Petter Moland. La fotografía en grises-verdosos-oscuros John Andreas Andersen. Su música, con toques inquietantes, la compone Nicklas Schmidt. Su duración es de 112 minutos.
Un mensaje de años atrás, hallado en una botella, conecta el pasado con el presente y con unas desapariciones y asesinatos particularmente crueles. El Departamento Q, con su equipo y, especialmente, el tándem Carl Morck y Assad – tan diferentes como complementarios – investigarán el caso, apoyados por su compañera Rose.
El realizador se esfuerza por dotar de un clima, un ritmo y una atmósfera a esta historia perturbadora en la que el hecho religioso se alía con la marginación social, en comunidades y gentes que no coexisten más que consigo mismas. Y lo hace a través de una puesta en escena sombría, estilizada y algo efectista, que se revela eficaz en parte del metraje, pero que luego resulta muy forzada.
Así, la inverosimilitud se apodera de la función y con un mensaje ciertamente misógino, además. Y hasta aquí se puede leer. Lo peor, son la resolución y sus pretendidas razones. Para ese viaje no se necesitaban alforjas… E invalida, de alguna manera, hallazgos formales anteriores. Los banalizan.
Por otra parte no es tan oscura como debería, pese a intentarlo, y su pretendida transcendencia es de quiero y no puedo. El reparto es creíble y eficaz. Sobre todo en lo que, a juicio de la firmante, respecta a Fares Fares. Nicolaj Lie Kaas aparece zombie y pétreo, con pocos registros.
Con sus señalados valores y defectos, se deja ver. Ustedes deciden.