La actriz, y guionista francesa Mia Hansen-Love, cosecha del 81, responsable de ‘El porvenir’, ha declarado en una excelente entrevista a Nando Salvá para El Periódico, cuya lectura recomiendo, que nunca sabrá contar historias sobre gente feliz.
Y también que, en cierta medida, esta su última propuesta cuenta la de su propia madre: «Más bien se inspira en un aspecto muy puntual de su vida: su separación y cómo se las arregló para mantenerse a flote y reinventarse».
En efecto, narra a lo largo de un periodo de tiempo, aproximadamente un par de años, las vicisitudes de una profesora de filosofía que tiene que asumir un giro radical en su vida, debido a acontecimientos emocionalmente dolorosos y lo hace con valentía e imaginación.
Hansen-Love filma con elegancia y sutileza la transición de esta mujer, desde una existencia laboral, conyugal, creativa, maternal, filial e intelectual relativamente controlada, hasta una debacle sin asideros de la que debe salir indemne. Aunque las circunstancias citadas no se lo pongan nada fácil, sino más bien todo lo contrario.
Lo hace sin estridencias, ni subrayados, pero sí con lucidez, inteligencia y emoción genuinas. Al tiempo que con una capacidad de observación más que penetrante sobre ambientes y personajes. Con una interpretación pasmosa de la excelsa Isabelle Huppert. Y de una gata adorable, Pandora.
100 minutos de metraje. La escribe la propia realizadora. La fotografía bellamente Denis Lenoir. Estamos ante una película que no presume de transgresora, pero que es profundamente singular y atípica, bajo su factura clásica y tan francesa.
Estamos ante la mirada de una mujer sobre otra fuerte y valiente, que sabe «reinventarse a sí misma». Estamos ante una película que ha enseñado a su firmante que, en sus propias palabras, «uno-a puede ser feliz sin tener a nadie de quien enamorarse». Estamos ante una película que debe ser vista de todas, todas.
Post Data: Quien esto firma comenzó a escribir esta reseña antes de la terrible pérdida de sui gata, que ha descrito en la entrada anterior y que la ha sumido en el desconsuelo. Pensó en dejarla estar, inconclusa y sin publicar, pero se ha decidido – mal que bien – a terminarla porque está dirigida por una cineasta de talento, porque tiene un personaje femenino excepcional, porque está en cartelera no se sabe por cuanto tiempo y porque lo merece sobradamente.
Mucho ánimo, Carmen. Y no nos dejes sin tu siempre interesantes críticas cinematográficas, por favor!
Gracias. Pero he perdido a dos gatas y a un gato, parte de mi familia, compañeras y compañero de vida, en un año y diez meses. Es muy duro, durísimo.
Muy duro momento la perdida de una mascota. Nunca duran lo que uno quisiera ¡ Ánimo ¡
Gracias, muchas gracias.