Arrolladora, contrastada, multitudinaria y estimulante sesión de La Palabra y la Imagen para comenzar el año. Con tres películas que se prestaban y con un espléndido conductor, el muy cualificado crítico, tertuliano y amigo, José Miguel Moreno Bautista – participante en foros cinéfilos como los de Linterna Mágica y El Monte, colaborador y ponente en talleres de cine y sobre técnicas fílmicas y director del programa de cine de Radiópolis, La Gran Evasión – quien las situó, con esa mirada suya tan sensible y documentada, poniéndolas a punto para que el debate fuera, si cabe, aún más enriquecedor.
Lo que lamenta y por lo que se disculpa quien esto firma es por no transmitir en esta crónica más que un pálido reflejo de lo que se vivió esta tarde-noche en La Casa del Libro. Aún más, en este caso, por estar en ínfimas condiciones debido a un fuerte resfriado.
‘Paterson’, de Jim Jarmusch, concitó una mayoritaria aclamación. Para nuestro anfitrión, va a contracorriente en el mejor sentido. La considera una de las películas más notables de los últimos tiempos y la ha visionado seis veces. No tiene una trama al uso, sino despojada de los convencionales elementos dramáticos, para que el espectador la viva y la sienta ante sus ojos, tal cual la experimentan sus protagonistas. Tal cual ocurre en la realidad.
Se destacaron su poética de lo cotidiano; sus bondades minimalistas; los Paterson que contiene; a la pareja protagonista, y su relación tan respetuosa, afectiva, sugerida, pero no mostrada; a su personaje central; al perro-a, Marvin-Nell, tan adorable y a cuya memoria va dedicada; a su estructura; al bar; al autobús; a los poemas… Pero también hubo quienes no conectaron con ella y la encontraron reiterativa, aburrida, sobrevalorada, lenta e incluso vacía de contenido.
‘La doncella’, de Park Chan-wook, suscitó una apasionada división de opiniones, aunque sin que se cuestionaran su impecable factura y su belleza plástica. Desde quienes la consideraron un producto de hermosa envoltura, oportunista, muy prefabricado y buscando un éxito comercial elitista y de voyeurismo masculino, hasta quienes la vimos como una hermosa, lírica y cruel adaptación de una novela en clave de clases, de colonialismo, de machismo brutal, de rechazo a los afectos y deseos al margen de las normas y decididamente promujeres.
Su juego de puntos de vistas, de versiones, de engaños y de falsas identidades en los que vamos recomponiendo el puzzle. Tan explícitamente cruel como erótica, distingue la perversión del erotismo masculino como abuso de poder y la relación igualitaria entre las protagonistas.
L@s partidari@s de ‘Mimosas’, de Oliver Laxe, estuvieron en minoría, en su admiración por ese llamado western sagrado; por esa historia entre el pasado y el presente; por esa presunta fábula dentro de la llamada realidad; por su viaje iniciático; por sus personajes; por su espiritualidad; por su diferencia y su transgresión narrativa.
Al resto, aún admirando su grandiosidad, excelente fotografía – en eso coinciden las tres – y los paisajes del desierto marroquí del Atlas, nos irritaron su crueldad con los animales – asnos, caballos, mulas y burros -; su fundamentalismo; su misoginia; sus vacíos y oquedades de guión; su nula interrelación entre los planos espacio-temporales; su final…
En solo tres semanas, el miércoles, 1 de febrero, más. Comentaremos ‘Comanchería’, de David Mackenzie, en cartelera. ‘La La Land’ o, en su título castellano, ‘La ciudad de las estrellas’, de Damien Chazelle, que entra este viernes y ‘Toni Erdmann’, de Maren Ade, que lo hará el día 20.
Gracias a La Casa del Libro, a Rafael García, a José Miguel Moreno Bautista y a l@s mejores tertulian@s del mundo mundial por otra velada maravillosa. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.