La ganadora y el finalista del Premio Planeta han presentado hoy sus libros en la atestada hemeroteca de la Biblioteca Pública Provincial Infanta Elena. Otra de las estimulantes actividades, organizadas allí por el Centro Andaluz de las Letras, cuyo titular, Juan José Téllez, fue el presentador. Ganadora y finalista bien conocidos, como suele ser habitual en este controvertido, pero imprescindible, galardón. Con un invitado tan especial entre el público como el actor Antonio de la Torre, otro lujo añadido.
Ella, Alicia Giménez Bartlett, cosecha del 51, tiene toda una carrera literaria de premios y reconocimientos a sus espaldas. Como la saga de la inspectora Petra Delicado, entre ellas. Él, Daniel Sánchez Arévalo, cosecha del 70, guionista y realizador. Con películas en su haber tales como ‘AzulOscuroCasiNegro’ o ‘La gran familia española’. ‘Hombres desnudos’ es el título de la obra primera y ‘La isla de Alice’, de la del segundo.
La directora de la biblioteca glosó el Planeta como idea de un sevillano. Pero también que ambos protagonistas de la noche no necesitaban el amparo de ningún premio. Téllez, por su parte, lo ratificó expresando que son dos grandes novelas, y muy diferentes, por sí mismas, que trascienden el photocall literario, aunque encajen en él. A la del cineasta, ‘La isla de Alice’ citada, la describió como un thriller emocional, de influencias anglosajonas y sangre española. Como resultante de una voz depurada y personalísima. Fingidora, al par que genuina.
Escrita entre dos rodajes, con el duelo por la muerte de su segundo padre, el actor Héctor Colomé, de un cáncer cruel y devastador, la isla supuso un refugio para él. Un consuelo ante el dolor. Ambientada en la costa oeste de Massachusetts, entre Martha´s Vineyard y Cape Cod, donde Angela Lansbury-Jessica Fletcher resolviera tantos casos, está estructurada en capítulos con títulos de obras de escritores universales como Melville, Chesterton o Carroll. Y escrita con voz de mujer, robada a varias mujeres de su vida.
Quiso llamar, en principio, Amy al personaje central, pues siempre pensó en Amy Adams como protagonista en su adaptación al cine. Asume que es norteamericana por los cuatro costados, pero no faltará un papel para su ‘hermano’ Antonio de la Torre, al que aludió constantemente. ‘Se tiró a la piscina de la literatura’, tras seis años tomando notas con la historia rondándole y dos más para abordarla. Considera esta una novela con entidad en sí misma y al arte como un bálsamo para hacer más soportable la realidad. Espera que esa isla sea también un refugio para sus lectores-as. Amén. Y, por cierto, también quiere realizar la de la ganadora. Contando también con el intérprete y amigo, por supuesto.
‘Hombres desnudos’, de Giménez Bartlett, es, según el anfitrión, una narración solvente, apasionada y apasionante. Literatura en estado puro. Una obra coral, un laberinto, donde prima el estilo. Sobre la crisis, sobre las crisis económicas, personales y morales. Sobre hombres que vienen a menos, laboralmente hablando y mujeres que van a más y no quieren modificar su forma de vida.
Sobre un profesor de literatura que pierde su empleo y se reconvierte en stripper. Sobre las distintas maneras de venderse. Sobre las diferencias entre la prostitución masculina y la femenina, por las diferencias entre las clientelas. A las que penalizaría en el primero de los casos. Aunque no se pronunció en el debate legalización-abolición, pareció estar más cerca de la segunda opción. Sobre la inversión de los roles de género y la clase social. Cualquier obra, piensa su firmante, acaba cuando la lee el lector. O la lectora, claro…
Gracias al Centro Andaluz de las Letras. A la Biblioteca Infanta Elena. A Juan José Téllez, por una modélica y brillante introducción. A Alicia Giménez Bartlett, a Daniel Sánchez Arévalo y al invitado Antonio de la Torre, por deleitarnos con su inteligencia, complicidades, lucidez y sentido del humor. Por otra velada más que notable y enriquecedora, de la que esta crónica es solo un pobre y limitado reflejo. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.