Quien esto firma, tituló la sección habitual de este blog, dedicada a la nueva oferta de esta semana, ‘Mujeres en el filo’. Lo cierto es que las seis protagonistas de cinco de las películas de estreno se encuentran en tesituras muy extremas. Lo cierto es que se recomendó verlas, por las excelentes referencias que las precedían. Especialmente en el caso de dos de ellas.
Dos de ellas, cuyas historias y tratamientos pueden afectar particularmente a la feminista que esto suscribe. Cuyas historias y tratamientos pueden herir las sensibilidades de miradas violetas. Están realizadas por un hombre y por una mujer, respectivamente. Por ese orden, ‘Paulina’, de Santiago Mitre y ‘The diary of a teenage girl’, de Marielle Heller.
Todo un reto describir sin desvelar, sin incurrir en los temibles spoilers. La primera, registra la disyuntiva moral de una mujer solidaria y víctima de un odioso delito colectivo que, visto el tráiler y consultado las referencias, decide no denunciar tan brutales agresiones, ni a los indeseables que las perpetraron, ante la incomprensión, y la rotunda oposición, de su padre, de su pareja y de su entorno más próximo. Y no lo hace, también al parecer, por considerarles unas víctimas de la marginalidad más extrema, con las que ella está comprometida en el momento de los hechos. Así que…
En la segunda, inspirada en un cómic, presuntamente autobiográfico, se nos relata la confusa y, al parecer libérrima según las reseñas de una prensa especializada mayoritariamente masculina, adolescencia de una chica de 15 años que debuta sexualmente con… digamos que un adulto muy próximo a su ambiente familiar. Que compite con la figura materna, que añora la ausencia de la paterna, que es procaz y transgresora. Tampoco aquí parece haber más delito, por parte de la persona teóricamente madura, que el provocado por la deriva de una chica, en una edad ingrata y propicia a los descubrimientos. Ambientada en la dorada California de 1976.
Pues eso. Quien esto firma, pese a su desgana y a tales insidiosos enfoques, ha resuelto verlas y opinar por sí misma. Pero quedan avisados-as.