Archivo mensual: octubre 2013

‘El médico alemán’: Angel de la muerte

Lucía Puenzo – Buenos Aires, cosecha del 76, escritora, guionista, productora, investigadora y cineasta – escribió su novela ‘Wakolda’ en 2010. Trata, de manera profunda y compleja, la emigración de indeseables y malignos personajes, condenados por la Historia y prófugos de la justicia, desde Europa al continente latinoamericano. Especialmente de uno de ellos, tristemente famoso y conocido como El Ángel de la muerte, y de su paso por su país.

La película que nos ocupa, está basada en esta obra. Es una coproducción entre Argentina, España, Francia y Noruega, de 90 minutos de metraje. Ambientada en la Patagonia de los años 60, sigue a una familia de camino hacia la hostería que regentan en Bariloche. Un médico alemán se une a ell@s , convirtiéndose en su primer huésped, e interesándose por la estatura, pequeña para su edad, de la hija adolescente. Pese a los recelos que les suscita, su influencia se hará patente en sus vidas.

Esta breve sinopsis no da la medida de la lucidez, hondura y complejidad de un relato atravesado por el terror de lo que se intuye y no se nombra hasta casi el final. Un relato denso e inquietante que, sin embargo, no se permite ningún exceso. Por el contrario, la realizadora dosifica sabiamente la información, con una puesta en escena tan sobria como intensa, tan ambigua como sugerente, tan lúcida como expresiva de la confusión que atormenta a sus protagonistas, tan sutil en su registro narrativo de un hecho histórico, como creativa en su adaptación al lenguaje del cine.

Y hay mucho más… Los detalles, las observaciones, la hermosura del paisaje, la fascinación de la niña por el hombre que puede ‘curarla’, los dibujos, la crueldad con la diferencia, el cuaderno del doctor, el perfeccionismo obsesivo. La escuela alemana, todo un microcosmos de pérfidos encubrimientos. Los interrogatorios. Los secretos. Las mentiras. La ideología docente en apariencia neutral e intoxicadora. Las responsabilidades adultas. Las complicidades directas e indirectas. La vigilancia. La huída…

Todo ello servido por un reparto en estado de gracia, Natalia Oreiro, Diego Peretti, tod@s. Con especial mención a un enorme Alex Brendemühl. Unas historias dentro de la Historia. Un registro del mal que habita entre nosotr@s, de lo peor de la condición humana. Un retrato en negro de un personaje terrible y peligrosamente atractivo. Una mirada de mujer tras la cámara, que nadie que ame el cine debería perderse.

‘En cartelera’: USA:3, España:0

En los estrenos de esta semana, se imponen las películas norteamericanas y no hay cabida para otros títulos más alternativos e independientes. De hecho, en el cine Avenida no entra ninguna cinta nueva, ni de las que quedan pendientes, y sí ‘Caníbal’, procedente del Alameda. Eso que, supuestamente, estamos en temporada alta…

Pues vamos con las estadounidenses. Dos dramas, basados en hechos y con protagonistas reales y una comedia romántica. Se trata de ‘Capitán Phillips’, de Paul Greengrass. Relata el secuestro de un carguero norteamericano por piratas somalíes, en 2009. Protagoniza Tom Hanks y ha cosechado división de opiniones especializadas.  

La segunda se refiere al caso, tan reciente, WikiLeaks-Assange y es ‘El quinto poder’, de Bill Condon. Con un reparto extenso y atractivo, que encabezan Benedict Cumberbacht y Daniel Brühl. Se le ha reprochado un excesiva frialdad en base a sus teorizaciones informáticas, pero ha interesado a un sector de la crítica. Sevilla Cinéfila la ha visto y pronto dará cuenta de su impresión en el blog.

La tercera es la comedia romántico-fantástica, ‘Una cuestión de tiempo’, dirigida por el británico Richard Curtis( ‘Love Actually’, ‘Nothing Hill’). Sobre un joven que hereda de los hombres de su familia la facultad de viajar en el tiempo y la utiliza para enmendar sus errores al enamorarse. Domhnall Gleeson y Rachel McAdams hacen los honores.

En cuanto a las dos españolas que se nos quedan inéditas o, al menos, llegarán con retraso a nuestra ciudad, son ‘Todas las mujeres’, de Mariano Barroso y ‘Nos veremos en el infierno’, de Martín Garrido. La primera supone la vuelta al cine, tras ‘Lo mejor de Eva’, de este realizador. Se trata de una comedia en la que un hombre hace balance de sus relaciones amorosas. Críticas encontradas y aplausos para su protagonista, Eduard Fernández. La segunda es un drama,  de tintes psiquiátricos, primera parte de una trilogía. Ha gustado.

Por último, lamentar que el muy interesante género documental siga siendo el gran ausente de nuestras salas.

‘Caníbal’: Gastronomías

Otra vez, y van…, una reseña más que heterodoxa por parte de quien esto suscribe. Otra vez quien esto firma pide la venia para escribir sobre  las asociaciones libres y, sin embargo, dotadas de coherencia, que esta cinta singular le ha provocado. Porque la oscura historia de un depredador sexual y gastronómico tiene, se vea o no, se perciba o no, tanto que ver con la violencia sexista como con la especista.

Así, los trozos de carne que este individuo congela, aparentemente asépticos y de aspecto sabroso, pertenecieron alguna vez a seres dotados de personalidad y sensibilidad para el goce y para el sufrimiento. Como los que mantenemos en nuestros frigoríficos o están expuestos en las pequeñas, medianas o grandes superficies, de criaturas sintientes y singulares, dotadas de individualidad, que deseaban ser libres, respetadas y, sobre todo, vivir.

El relato _ que el almeriense Manuel Martín Cuenca , guionista, realizador, coproductor, cosecha del 64, ha coescrito, junto a Alejandro Hernández, y adaptado al cine  libremente sobre un relato corto de Humberto Arenal – tiene un impactante comienzo. Es noche cerrada y la cámara sigue a un coche que acecha a otro, con una joven pareja en él, desde  una estación de servicio a la carretera, hasta provocar un accidente mortal. El homicida recoge el cuerpo de la chica y…

Nada más lejos de la planificación de esta mencionada secuencia que la de una frenética carrera al uso. Antes al contrario, la película está dotada de una puesta en escena en la que abundan los planos fijos, que proporcionan tanta información al espectador como la profundidad de campo, que le acerca al abismo, o como las elipsis y fundidos que dejan fuera de la pantalla lo que, por no mostrado, por no explicitado, es tanto más aterrador. Servido todo ello por la excelente fotografía de Pau Esteve Birba, justamente premiada en San Sebastián. Esto sin desmerecer un ápice al resto del muy notable equipo técnico.

‘Caníbal’ también posee largos silencios que dan cuenta de las horas del día de un protagonista tan aislado y ajeno a la vida social como respetado sastre y miembro activo de una comunidad provinciana, represora y estrecha en la que pasa por alguien de comportamiento irreprochable. Es el retrato en negro de un ser depravado con apariencia de normalidad, del que desconocemos el origen de sus letales instintos.

Especialmente con y contra las mujeres, ejemplificadas en este caso, en dos hermanas muy distintas y una tía muy lúcida que conoce bien al personaje, estupendas Olimpia Melinte y María Alfonsa Rosso, respectivamente. Pero también en  las otras, anónimas, en las que, cuando prescinde de las mencionadas elipsis, se transmite su terror ante el implacable psicópata. Véase al respecto la escena de la chica en la playa, una de las más impactantes, a juicio de quien esto firma, de la cinta. Es justo y necesario visibilizar a las víctimas, a su pánico, indefensión e incomprensión ante la horrible muerte segura. Es un contrapunto intenso que enriquece el relato.

Y aunque esté bien contada, y haya sido muy celebrada, a quien esto suscribe le cuesta más creerse la historia de amor, la vertiente romántica del impasible verdugo. La erótica, en cambio, no. En cualquier caso, por las citadas y por otras muchas razones, estamos ante una película que merece ser vista.

‘Gloria’: Retrato de una dama

La abajo firmante se permite, porque vienen al caso, citar de nuevo algunas frases  sobre la ancianidad que quedaron consignadas en estas mismas páginas . Como la que escribió y cantó Violeta Parra: «Maldigo los estatutos del tiempo con sus bochornos» o la que pronunció Woody Allen en San Sebastián en rueda de prensa hace unos años: «La vejez no tiene ningún interés» o, para terminar, la del gran Frank Langella en ‘Wall Street: El dinero nunca duerme’ : «La vejez no es para cobardes».

Y la abajo firmante se lo permite porque esta cinta del chileno, Sebastián Lelio – coescrita por él mismo y por Gonzalo Maza, de 110 minutos de metraje, Premio Cine en Construcción en San Sebastián 2012 y Mejor Actriz en la última Berlinale – es un retrato certero, pero rebosante de vitalidad y esperanza, de una mujer en esa problemática coyuntura, más cruel aún para ellas,  de la edad tardía.

Así, nuestra protagonista, la eminente Paulina García, no se resigna a dejar pasar ningún tren. Al borde de los sesenta, separada, con dos hijos, chico y chica ya independientes, está sola e intenta por todos los medios posibles disfrutar de lo que aún puede ofrecerle la vida, que también le sirve como evasión. Aficionada al baile, frecuenta locales en los que alterna con mujeres y hombres de su edad, hasta que conoce a Rodolfo. Separado como ella, pero con una gran dependencia emocional de su ex y de sus dos hijas. Pese a todo, inicia un romance con él con todas las consecuencias.

El director nos relata los pormenores de una relación desigual, pero intensa, en la que la mujer es fuerte, madura y consecuente y el hombre, pusilánime, cobarde, inmaduro y temeroso. Y nos la sitúa en sus justos términos, en el entorno familiar, amistoso y social, además del íntimo en el que se desenvuelve la vida de ella, puesto que la de él la mantiene al margen a toda costa y a cualquier precio. Y nos muestra sus momentos más íntimos y eróticos. Dos cuerpos sexagenarios, presas del deseo mutuo, en incandescente combustión, disfrutando de su carnalidad sin tabúes.

Y retrata a esta dama y a sus circunstancias de amor y desamor, en clave de comedia dramática, divertida y agridulce. Y retrata a esta dama generosa y vitalista, con su nieto, con su ex – otro elemento…- y su pareja, con la que crea una amable complicidad. Y retrata a esta dama, llena de inquietudes con las que cubrir el vértigo del abismo cronológico. Y retrata a esta dama con el corazón roto, pero no desahuciado. Y retrata a esta dama despidiendo a su hija, el nido aún más vacío, que se va a otro continente. Y retrata a esta dama con sus amistades, entre la gente, discutiendo sobre política en veladas tranquilas. Y sobreviviendo a sus propios naufragios, y resurgiendo de sus cenizas, tarareando y bailando el tema musical que la nombra…

En resumen, este retrato de una dama, este retrato de ‘Gloria’, es una pequeña gran película. Una joya que, bajo ningún concepto, deberían perderse.

‘The Bling Ring’: Fashion victims

Sofía Carmina Coppola – Nueva York, cosecha del 71 – es hija del gran Francis Ford, actriz, guionista y realizadora, y primera mujer estadounidense en optar a un Oscar a la Mejor Dirección por ‘Lost in Translation'(2003), que finalmente lo obtuvo por el Mejor Guión Original. Esta que nos ocupa es su quinta película y la inmediatamente anterior, ‘Somewhere’, ganó el León de Oro en Venecia, en 2010.

Así que la cineasta se ha tomado tres años en volver a escribir y a rodar un largometraje. Y lo ha hecho inspirándose en un artículo de Vanity Fair, escrito por Nancy Jo Sales, basado en un hecho real. Hecho que se refiere a cinco adolescentes, cuatro chicas y un chico, de familias acomodadas de Los Angeles, que obsesionad@s con el lujo y las celebrities a las que admiraban, se dedicaron a robar en sus casas y a difundir el botín conseguido por las redes sociales. Algunas de sus víctimas como Paris Hilton, Lindsay Lohan, Megan Fox, Kirsten Dunst u Orlando Bloom tienen cameos en la cinta, cuyo título corresponde al apelativo de la banda.

Es evidente que Sofía Coppola conoce muy bien, y lo ha demostrado con creces en su breve trayectoria fílmica, los entresijos de ese mundo de lujo, glamour y fama, que es también el suyo propio por nacimiento. Y también es obvio su rechazo a una sociedad, a un microcosmos, superficialmente rutilante, pero vacío de contenido. Pero asimismo es patente que la delgada línea roja entre la crítica y la fascinación le juega malas pasadas.

Esto es lo que le ocurre en este caso. Porque además su modus operandi, su vocación de estilo, sus señas de identidad, su puesta en escena, tan neutrales, por decirlo así con el objeto y los sujetos de sus historias, tan brillante y bellamente retratados, refuerzan la mencionada ambigüedad. Y otra cosa. No se puede representar a personajes sin alma, ni interés, ni intereses, fuera de los estrictamente consumistas, como zombies planos e inanes. A todos los efectos lo son, pero contienen unas posibilidades narrativas muy propicias para el sarcasmo y la causticidad e incluso para la ironía más sutil e inteligente. Al único que le dota de una cierta ‘conciencia’ es al chico de la función. Mire usted por donde…

Sólo los planos de las casas, como la real de la citada Paris Hilton, y las reacciones del grupo ante ella hubieran merecido capítulo aparte. Pero no.  Antes al contrario, resultan neutralizados por un tratamiento reiterativo, cansino, aburrido y, a la postre, tan superficial y frívolo como sus personajes, muy bien encarnad@s por el reparto. Una pena.

‘En cartelera’: Cinco hombres y dos mujeres

Parece que en este segundo viernes de octubre ya se va notando – ya era hora…- la rentrée cinematográfica y las salas comienzan a ofertar títulos de interés. Entre los estrenos destacables, aludimos en el epígrafe a los de protagonismo masculino y a las dos mujeres tras la cámara. Dramas y thrillers en abundancia. Sobre nacionalidades, española, coproducciones latinoamericanas – europeas y, obviamente, norteamericanas. 

 Destacamos una película muy esperada. Se trata de ‘Caníbal’, del almeriense Manuel Martín Cuenca, sobre un sastre más que carnívoro que intenta redimirse al encontrar el amor. Buenas críticas la avalan y destacan la gran composición de Antonio de la Torre.  Otro personaje de negro pasado es ‘El médico alemán’, de la argentina Lucía Puenzo y coproducción entre su país, España, Francia y Noruega, que ha merecido los mayores elogios, como la caracterización de Alex Brendemühl. El tercer hombre, en este caso, es ‘El mayordomo’, firmada por el estadounidense y oscarizado, Lee Daniels. Sobre un sirviente de color que, desde su posición subalterna en el centro del poder político, es testigo privilegiado de una convulsa época de su país. Ha suscitado división de opiniones y se celebra la actuación de Forest Whitaker.

El cuarto y el quinto varones son padre e hijo, rivales y estudiosos del Talmud. Se nos cuenta su historia en la israelí ‘Pie de página’, de Joseph Cedar. Veremos si se hace un hueco en nuestras salas o se nos queda inédita, porque es imposible confirmarlo a la hora de redactar estas líneas. Ha gustado bastante. Como ‘Prisioner0s’, de Denis Villeneuve, una combinación de suspense, drama, acción y venganza muy elogiada. La crítica no ha sido unánime, sin embargo, con la segunda mujer tras la cámara, Sofía Coppola. Ella sí da cancha a las chicas en ‘The Bling Ring’ sobre una banda de adolescentes atracadoras de famos@s. Basada en un hecho real. Habrá que verlas…

‘Las brujas de Zugarramurdi’: El día de las bestias

Puerta del Sol de Madrid. Varios mimos callejeros y hombres anuncios se confunden entre el gentío. Uno, bajo los rasgos de un Cristo y otro de azul extraterrestre que – sin previo aviso, armados y aprovechando la confusión – atracan a unos vigilantes de seguridad que transportan sacas de dinero,  procedente de una tienda de compra-venta de oro. Se hacen con el botín, asaltando a un taxista a punta de pistola. A ellos se les une un niño, hijo del primero y cabecilla, al que su ex mujer, alertada por lo que le comenta el chico, se propone perseguir a su vez. En su precipitada huída de testigos y policías, acaban en un bosque maldito de la Navarra más oscura e inquietante. Y son recibidos, en una casa tan cochambrosa como temible, por unas anfitrionas más que terroríficas.

http://www.youtube.com/watch?v=B17YsAyZ5nY

Este electrizante arranque, el del atraco y el viaje, arrolladoramente bien filmado, contado y dialogado, corrosivo y ferozmente divertido, contiene lo mejor del mejor Álex de la Iglesia. Lo malo, es que no lo mantiene. Pero vamos por partes… En cuanto entran en el pueblo, aún cuando la poderosa vis cómica del realizador sigue ahí, el ritmo empieza a decaer y aparecen las obviedades de trazo grueso, también marca de la casa. Porque el talón de Aquiles, a entender de quien esto rubrica, de esta cinta son los personajes femeninos. Precisamente, los que deberían estar dotados de mayor fuerza y garra.

La desmesura y el exceso, tanto en positivo como en negativo, son señas de identidad del realizador. No será quien esto rubrica quien le reproche el riesgo tan intenso y apasionado que pone en todo lo que hace. Antes, al contrario. Mucho mejor que las aburridas medias tintas del quiero y no puedo. Pero su lucidez e inteligencia, su poderoso talento visual, su visión tan esperpéntica y vitriólica de la sociedad, de este país, son neutralizadas por los fuegos de artificio del efectismo más barato y autocomplaciente. Y eso es imperdonable. Y esto le ocurre también aquí. Y esto, al entender de quien esto rubrica, le ocurre precisamente con sus brujas.

Porque ellas no están a la altura de lo esperado, no están a la altura de sus intérpretes. Porque ellas son esquemáticas, de una sola pieza, a la postre previsibles. Porque ellas, salvo una excepción y no para bien, no dejan ver debilidad o vulnerabilidad alguna, pero tampoco son villanas de largo alcance. Porque ellas no pueden darles la réplica de tú a tú, en una auténtica guerra de sexos, a unos personajes masculinos puestos en solfa, sí, pero más complejos y creíbles. Y eso que todo el reparto se deja la piel, pero cuando no hay consistencia, no la hay. Cuando además los roles de Santiago Segura y Carlos Areces, aun tópicos, daban la medida de por donde podían haber ido las cosas.

Y ese final… Esos bajones de ritmo, aún cuando tiene un equipo técnico extraordinario y sabe manejar la cámara con una potencia y brillantez que cortan el aliento. Porque quien esto rubrica cree en las dotes más que evidentes del firmante de esta cinta y le admira, es por lo que se ha sentido tanto más decepcionada.

‘La herida’: Tormentos

Para Nagore Sánchez Morán, excelente profesional, experta en TLP, y mejor persona, de quien tanto aprendí en la escuela de familiares . Para Avance, una asociación pionera. Para R.J.L.

Fernando Franco – Sevilla, cosecha del 76 – es un montador de prestigio que, con esta su ópera prima, ha conseguido hacerse con el Premio Especial del Jurado y con la Concha de Plata a la Mejor Actriz a su protagonista, Marian Álvarez. Precisamente el primer debut cinematográfico a concurso en este Certamen, en cinco años.

Según la ficha técnica proporcionada por el cine Avenida, ‘La herida’ está producida por cinco empresas españolas. Una vasca, dos madrileñas y dos andaluzas y cuenta con el apoyo de instituciones como Programa Media de la UE, ICAA, Gobierno Vasco y ETB, junto al compromiso de Golem Distribución para su estreno en salas comerciales en nuestro país. Tiene 98 minutos de metraje. Su co-guionista, junto al propio realizador, es Enric Rufas, el escritor habitual de las películas de Jaime Rosales.

El relato sigue a una joven mujer, Ana, quien trabaja como conductora en traslados de ambulancia y tiene mucha empatía con sus pacientes. Bajo su apariencia alegre e informal, se oculta un cataclismo interior. En el periodo de tiempo, casi un año, en el que la vemos existir ante nuestros ojos, apenas si conoce  un solo momento de paz o de felicidad. La ansiedad, los trastornos alimenticios, la depresión, las autolesiones, los estallidos emocionales, la carencia de habilidades sociales, los exabruptos verbales con las personas queridas, su madre, su padre o su ex novio – quienes, por otro lado, parecen incapaces de ayudarla –   forman parte de su día a día. Hay un mal que la consume, del que ella ignora el nombre, pero lo tiene.

Se llama trastorno límite de la personalidad, borderline o, por sus siglas abreviadas TLP, y es definido como «un trastorno que se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico y relaciones interpersonales caóticas. Así como inestabilidad del estado de ánimo, de la imagen,  de la conducta y del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación». El realizador probó a hacer un documental sobre la gente que lo padece, pero finalmente se decidió por filmar esta historia.

Estructurada en base a planos secuencia, que siguen obsesivamente a la protagonista – una inmensa, excepcional, Marian Álvarez, a quien nadie debería disputarle un Goya…- y son descriptivos de sus tormentos, del infierno personal que la consume, de la manera en que contempla, o distorsiona, al mundo y a l@s otr@s pero… a los que tanto el cineasta como el guionista se han negado a darle solución o progresión dramática alguna. Esto resulta tanto una carencia como una virtud, por paradójico que pueda parecer. Así, la abajo firmante salió del cine bastante frustrada, y hasta molesta – pese a que el filme le resultó absorbente – en este sentido. Pero ahora entiende que es una prueba de honestidad dejar abiertas todas las posibilidades y no cerrar ningún capítulo. No aportar soluciones, sino mostrar el problema…

En resumidas cuentas, una película valiente, imperfecta, incómoda, nada complaciente, insobornable, transgresora y necesaria de un cineasta al que habrá que seguir. Yo, de ustedes, no me la perdería.

‘En cartelera’: Abismos…

En este primer viernes de octubre, la cartelera oferta dramas, thrillers, ciencia ficción y comedias. Españolas, coproducciones latinoamericanas y, por descontado, estadounidenses. Destacamos cuatro. Entre ellas, la ópera prima del montador sevillano Fernando Franco, ‘La herida’, que obtuvo el Premio Especial del Jurado y la Concha de Plata a la Mejor Actriz a su excelente protagonista, Marian Álvarez. Es la historia de una mujer con trastorno límite de personalidad, que atormenta su vida y la de sus relaciones. Sevilla Cinéfila tuvo ocasión de verla ayer y muy pronto tendrán la crítica en el blog.

Otro drama, esta vez hispano- chileno, ‘Gloria’, de Sebastián Lelio. Con otra mujer como personaje central, a cuyo nombre se refiere el título, solitaria y al borde de la temida vejez. Tiene unas magníficas referencias y se destaca el trabajo de Paulina García. Una comedia romántica, la argentina, ‘Mi primera boda’, de Ariel Winograd, con Imanol Arias y Natalia Oreiro entre su reparto, que ha sido recibida con división de opiniones.

Por último, el estreno más esperado. La estadounidense, ‘Gravity’,  de Alfonso Cuarón. Se trata de un thriller de ciencia ficción en el que una brillante doctora y un astronauta se enfrentan juntos y solos a la inmensidad espacial. Sandra Bullock y George Clooney hacen los honores. Sus referencias críticas han sido, en general, muy buenas.

Ya que la abajo firmante ha subsanado, gracias a su amigo y gran cinéfilo, Eduardo Abad, el error de no haber puesto título a la cinta de Fernando Franco, repito, ‘La herida’, quiere asimismo dejar constancia de lo maltratada que ha sido en su exhibición una película tan extraordinaria como ‘Perder la razón’, de Joachim Lafosse. Proyectada sólo en dos sesiones, apenas si ha durado una semana en cartelera. Al menos, no se nos ha quedado inédita, como mucho nos temíamos… 

Abismos personales, cronológicos,  emocionales, espaciales… a los que deberemos enfrentarnos en las salas de cine. Y de los que este blog dará cumplida cuenta.

‘La Palabra y la Imagen’. Temporada 2. Episodio piloto.

Nuestra tertulia volvió,con el otoño, a estrenar su segunda temporada con un episodio piloto, con un experimento algo arriesgado. Ni uno, ni dos títulos a comentar, sino todos, sino cualquiera de los exhibidos durante la estación más calurosa e incluyendo algunos en cartelera. Libertad absoluta. Cuando nos despedimos, a tres meses vista, se decidió que era mejor así y no elegir una película a tan largo plazo y con lo azarosas e ingratas que son las carteleras sevillanas…

Pero vayamos por partes. Nuestro crítico invitado, otro lujo, otro más, fue Joaquín Ritoré, doctor en Filología Clásica y profesor titular de Filología Griega en la universidad de Cádiz, con un currículum apabullante en publicaciones, docencia e investigación. Pero, por si esto no fuera poco, es el cofundador y presidente de la asociación cultural cinematográfica, ‘Linterna Mágica’  – a la que la firmante de esta crónica se honra en pertenecer – en cuyas actividades participa como organizador y tertuliano.

Pues bien, este hombre tan erudito y cualificado introdujo perfectamente el tema con dos de las cintas que más le habían gustado. A saber, la excelente ‘Hannah Arendt’, de Margarethe von Trotta y la mal llamada, estos imposibles títulos castellanos…, ‘El último concierto’, la sugerente opera prima de Yaron Zilberman. Su condición de filósofo y melómano, además de docente y apasionado cinéfilo, le situaba en inmejorable posición para analizar, aunque fuera brevemente, dadas las circunstancias, ambas obras. Y a fe que lo hizo, potenciando y enriqueciendo el debate.

Y luego estáis vosotr@s ,  que conseguís el más difícil todavía en cada ocasión. Caras nuevas, junto a las familiares del curso pasado, como siempre a la altura, asumiendo y discrepando en ese clima único de respeto, complicidad, humor, calidez, intercambio y camaradería que tan bien sabéis crear. Así que se habló del talento, de la creación, de las tensiones entre los componentes, de los personajes masculinos y los femeninos. De estos últimos, más deficientes. Del excelso reparto, con Seymour Hoffman y, sobre todo, Christopher Walken a la cabeza.

Pero también de la filosofía, del rigor intelectual, de la honestidad de la crítica, de una mujer rigurosa e insobornable, de sus relaciones, de la banalización del mal, de la oposición de ‘los suyos’, de su fortaleza, de su inteligencia, de la actriz fetiche y eminente, Barbara Sukowa.

Y no acabó ahí la cosa, que salieron a relucir títulos y temas como ‘La gran familia española’, con sus pros y contras, ‘Perder la razón’, para no perdérsela, ‘Expediente Warren’, ‘La bicicleta verde’, ‘La piedra de la paciencia’, ‘Una casa en Córcega’, ‘El ejercicio del poder’, ‘La mejor oferta’… Política, arte, terror, drama, comedia, hasta que se nos echó el tiempo encima y hubo que elegir una película para la próxima cita. Como podemos con todo, fueron dos, básicamente, la Palma de Oro y Premio Fipresci del último Cannes, ‘La vida de Adéle’, de Abdelatiff Kechiche y el Premio Especial del Jurado y Concha de Plata a la Mejor Actriz del último San Sebastián, ‘La herida’, de Fernando Franco que, junto a ‘Perder la razón’ , de Joachim Lafosse y, por ejemplo, ‘Gravity’, de Alfonso Cuarón o lo último de David Trueba ocuparán esa preciosa hora y media de nuestro tiempo de debate cinematográfico mensual.

El próximo miércoles, 6 de noviembre, más. Como siempre, gracias a Manuel de Medio, coordinador de actividades de La Casa del Libro, a la librería, a Joaquín Ritoré, por hacer maravillosamente los honores y a tod@s vosotr@s, por estar ahí y por un principio de temporada inmejorable.