Archivo diario: noviembre 11, 2016

SEFF 016. Toma 15. Sección Oficial, Tizza Covi : ¿Animalistas…? No, gracias

Quien esto firma, advirtió en estas mismas páginas que no iba a ver ‘Míster Universo’, coproducción entre Italia y Austria, codirigida por Tizza Covi y Rainer Frimmel, e integrada en la Sección Oficial, porque su historia transcurre en un circo con animales. No obstante, y pese a todo ello, fue convencida por críticos y amigos que le comentaron las bondades del filme, en todos los sentidos, animándola a verlo.

Así que, esta misma noche, quien esto firma asistió a la proyección, y posterior encuentro, con su mencionada codirectora, Tizza Covi. Y se dirigió a ella, iniciando el coloquio, con todo respeto, comentándole que ‘Mr. Universo’ le había parecido hermosa e interesante pero que, como animalista, estaba en contra de los circos con animales y…

Hasta ahí pudo llegar, pues fue interrumpida por la realizadora quien en un italiano que pudo entenderse pero que, además, fue traducido, comentó que no quería esa polémica, que era un asunto meramente humano, que en su país estaban prohibidos, que no se les había maltratado durante el rodaje y que ese no era el tema de la película.

Quien esto firma, intentó explicar que no era su intención polemizar sino… pero no la dejaron terminar. Dadas las circunstancias, abandonó la sala preguntándose por qué una de los dos responsables de una propuesta fílmica con un tema tan sensible, que se somete abierta y públicamente, en un Certamen cinematográfico,  a las preguntas de l@s espectadores-as, veta precisamente este tipo de cuestiones. Tan inaceptable como incomprensible.

Por lo demás, quien esto firma, no va a escribir sobre esta obra a concurso, ni aunque ganara el máximo galardón u otro importante reconocimiento . Pero en su retina sí que conserva las miradas tan tristes de esas hermosas criaturas enjauladas,  agotadas, enfermas, tan lejos de su hábitat natural, y sometidas – aunque tal cosa se escatime y oculte cuidadosamente – a un entrenamiento cruel por parte de un domador. Ese domador al que sí convierten en el héroe de la función. Un chico al que representan como bondadoso, encantador y amante de «sus fieras».

Escrito queda.

SEFF 016. Toma 14. Sección Oficial, ‘Personal shopper’: Una americana en París

Dos mellizos. Ambos afectados por una cardiopatía. Ambos con poderes psíquicos. Uno muere y queda pendiente la promesa de que el contacto desde el más allá se producirá tres meses después del óbito, y en la misma ciudad en la que ocurrió, París. Su hermana, personal shopper de una celebrity, a la que no le gusta su trabajo, espera, en duelo, ese contacto. Presencias la rodean, pero no la suya. Hasta que empieza a recibir mensajes anónimos en su móvil…

Olivier Assayas, cosecha del 55, se ha internado, por primera vez, en el terreno proceloso de los espíritus con esta historia tan cosmopolita y sofisticada, en la que coexisten los ectoplasmas y la alta costura, la luz y la oscuridad, el lujo y lo siniestro, en una amalgama de contrastes no siempre bien resuelta.

Tan contradictoria como sugerente y tan insatisfactoria como atractiva, nunca -salvo en un episodio dramático y aún así… – explicita nada. Nunca llega a resolver las visiones y sensaciones del otro lado que pueblan el filme, hasta su misma catarsis, y que acechan a la desdichada protagonista – una estupenda Kristen Stewart – pues las funde en negro y sigue con la vida cotidiana como si tal cosa. Es parte de su elegancia, sí, pero también de su ambivalencia, y quizás respeto, al abordar un microcosmos tan inquietante y tan ajeno para él como cineasta.

Un acierto, para quien esto firma, es el hecho de que a estas entidades las haga salir de sus espacios naturales, por decirlo de alguna manera, aunque sí haya mansiones solitarias y noches desasosegantes… Las revela también a plena luz del día, en el frenético modus vivendi del personaje central, y se sirven de la tecnología. Lo que no deja de ser un rasgo de ironía. ¿Como el de su tan abierta como desconcertante conclusión…?

105 minutos de metraje. También la escribe el propio director. Y la fotografía, hermosa e inquietante, nada tétrica salvo en lo preciso, la firma Yorick Lessaux. A ver qué nos dice esta mañana su responsable en la rueda de prensa. Mientras tanto,  pese a todo y por todo, no dejen de verla.