Archivo diario: noviembre 12, 2016

SEFF 2016: Sobre algunos premios del Palmarés

Esta entrada comentará las impresiones de quien esto firma sobre algunos premios del Palmarés de esta edición. Para comenzar, el incontestable de la Asociación de Escritoras y Escritores Cinematográficos de Andalucía, ASECAN, o el de la crítica andaluza a la extraordinaria, demoledora e implacable coproducción entre Bulgaria, Dinamarca y Francia, ‘Godless’, de Ralitza Petrova.

Celebrar también que otra mirada de mujer haya recibido los favores del Público y de la Fundación Eurimages a la Mejor Coproducción Europea. O lo que es lo mismo, la de la alemana Maren Ade y su ‘Toni Erdmann’.

Deplorar, en cambio, que la Mejor Actriz para el Jurado Oficial haya recaído en Raph por ‘Ma loute’, cuando tanto las excelentes Kate Beckinsale por ‘Amor y amistad’, de Whit Stillman, Judith Chemla, por ‘Une vie’, de Stéphane Brizé e Irena Ivanova por la ya mencionada ‘Godless’, de Ralitza Petrova tenían mucho más merecimientos para serlo.

Lamentar igualmente que la Mejor Película haya sido ‘Ma Loute’, de Bruno Dumont una mezcla indigesta de comedia negra y sátira cuyos excesos lastran sus ideas, convirtiéndola en una mera astracanada.

SEFF 016: Algunas consideraciones

Esta edición del SEFF ha tocado a su fin y, como cierre, se harán en esta entrada algunas consideraciones sobre ella y, en otra, sobre los más importantes premios del Palmarés.

En primer lugar, sería de todo punto deseable que se nos devolviera a la gente de los medios la posibilidad de sacar todas las entradas el día anterior al comienzo del Festival, al recoger la acreditación. Para facilitarnos las cosas, para seguir con la tónica habitual de estos últimos 12 años y para desbloquear las colas ante las taquillas. Y, por encima de todo, porque es una suerte de penalización tan injusta como falta de lógica.

Cuidar también la temperatura en las salas. Hemos pasado los primeros días mucho frío en ellas. Y, aunque clamemos en el desierto, poder ver las de concurso por las mañanas y recuperar las franjas horarias de la tarde para hacer lo propio con otras Secciones igualmente interesantes.

La explotación, el abuso, la tortura, el maltrato y el asesinato de animales no son ni arte, ni cultura. Tampoco en el cine. No es ni siquiera legal en muchos países europeos. Pese a todo ello, se han incluido en la programación películas especialmente brutales y feroces en este aspecto.

Es inaceptable, y de todo punto inadmisible, que este Certamen avale,  año tras año, productos que contienen crueldades hacia seres sintientes de todas las especies no humanas. Algo a subsanar de todas, todas y de una vez por todas.

Escrito queda.

SEFF 016. Toma 18. Sección Oficial, ‘Godless’: Ni Dios, ni Ley…

Mejor Película y Mejor Actriz en el Festival de Locarno. La crítica andaluza – la de la Asociación de Escritoras y Escritores Cinematográficos de Andalucía, ASECAN – la ha premiado también como tal en lo que ha sido, para quien esto firma, la decisión más justa e inapelable del discutible Palmarés de esta edición del Festival. Y lo han hecho «por el pulso en la dirección y un guión brillante, pilares de un viaje arriesgado en una trama implacable de corrupción».

«Si Dios no existe, todo está permitido» escribió Fiodor Dostoievski en ‘Los hermanos Karamazov’. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a ciertas de las gentes, por llamarlas de alguna manera…,  que pueblan esta película, ‘Godless’. Coproducción entre Bulgaria, Dinamarca y Francia, escrita y dirigida por Ralitza Petrova, cosecha del 76, fotografiada con una frialdad sobrecogedora por Krum Rodríguez y con un reparto excelente, en el que destaca la extraordinaria Irena Ivanova.

En ella, se retrata de una forma tan brutal como impía, a un país y a una sociedad minados por la corrupción, la delincuencia y el crimen organizado que implican a todos los poderes públicos. No deja títere con cabeza, desde la policía a la clase política y a la administración de justicia. Desde los colaboradores necesarios,  a pequeña escala, pero igualmente criminales indeseables, hasta las más altas instancias.

La red descrita se sirve de una cuidadora de ancianos y de su novio que usan los documentos de identidad de sus pacientes – l@s mayores, las víctimas propiciatorias – para venderlos a quienes los utilizan para el fraude y la extorsión. Ambos, ella especialmente, la protagonista, son cómplices de ese estado de cosas y de tan siniestro modus vivendi, que solo pueden soportar con la ingesta de morfina y tranquilizantes. Hasta que un cliente, director de un coro, será capaz de tocar su corazón y descubrir su vocación musical reprimida, pero…

Ralitza Petrova conjuga el relato con la puesta en escena, en un todo inseparable y  en el que no sobra ningún plano. En el que colores y texturas, paisajes, interiores y sonidos se conjuran en una sordidez apabullante y un gélido tratamiento. En un clima de insoportables negrura  y crueldad. En una historia feroz, demoledora e implacable, que no deja ningún resquicio a la esperanza.

Todos los reconocimientos le son debidos. Gracias de nuevo a la crítica andaluza por dar todo un ejemplo al premiar al mejor cine. Una mirada de mujer radical y sin anestesia que nadie, en su sano juicio, debería perderse.

SEFF 016. Toma 17. Las Nuevas Olas, ‘Daydreams’: La indómita

La firmante de estas líneas ha tenido el privilegio de compartir casi media hora de esta mañana con la guionista y realizadora francesa Caroline Deruas, responsable de esta película que nos ocupa, que es también su ópera prima. Tal cosa ocurrió por la generosidad de la cineasta, que se prestó a resolver algunas dudas sobre el filme, sabiendo que no iba a ser una entrevista al uso. Un lujo y un honor el haber estado con ella y toda la gratitud, que es poca.

Daydreams’ o ‘L’indomptée’, su título original, es una producción de 82 minutos de metraje. El guión se debe a la directora y a Maud Ameline. La bellísima fotografía es de Pascale Marin y la música, un contrapunto necesario y un elemento, como la imagen, dramático más, de Nicola Piovani.

En ella, se describe la beca conseguida por un grupo de creadores-as para pasar un año en el marco majestuoso e incomparable de la Villa Médici de Roma. En él, destacan una escritora asfixiada por su marido, un autor de éxito cuya inspiración está en horas bajas, y una fotógrafa muy dotada que, además, es capaz de percibir los fantasmas de los ilustres personajes que habitaron allí. Ambas establecerán una relación ambivalente, pero estimulante y enriquecedora.

Caroline Deruas, como sus protagonistas, estuvo becada en tal lugar único y el flechazo fue tan inmediato como duradero. En ‘Daydreams’ se convierte en un personaje más, con sus preciosos rincones, sus jardines, sus estatuas, sus pinturas, su arquitectura, sus habitaciones, sus amplios salones… Con toda su inabarcable hermosura y grandiosidad. La mirada de esta autora consigue insuflarle más vida aún con una puesta en escena y una narrativa con toques surrealistas. Pero también con una suerte de estilo a lo ‘Nouvelle Vague’ contemporánea.

En ello, derrocha ingenio, creatividad e imaginación especialmente presentes en la primera mitad del metraje, en la que, además, hay una mirada feminista sobre la pareja citada que no deja al cónyuge de la escritora en un buen lugar, pues se muestra paternalista, condescendiente, controlador y violento. Los lazos entre las mujeres van estrechándose, mientras que los sueños diurnos se integran en el día a día y los trabajos creadores siguen su curso.

Lástima que esto no tenga equivalente, ni siquiera una solución narrativa dotada de una mínima coherencia, en la segunda parte. En ella, todo vuelve a la normalidad, aunque las cosas hayan cambiado, de una forma decepcionante. Y aunque la autora explicitó que ese final era afirmativo y que quería todo para la escritora – que, cierto, es que sale fortalecida y empoderada, si bien que ligada al detestable marido, que se supone ha evolucionado – sus argumentos no acabaron de convencer a quien esto firma. La fotógrafa, una criatura muy singular, tampoco acaba de salir muy bien parada

De todas formas, una propuesta hermosa, imaginativa y valiosa de fondo y forma que merece ser vista de todas, todas.

SEFF 016. Toma 16. Bertrand Bonello, ‘Nocturama’: Terrores

El productor, guionista, compositor y cineasta francés Bertrand Bonello tuvo un encuentro con el público anoche, tras la proyección de ‘Nocturama’. Quien esto firma, le comentó – con lo que estuvo de acuerdo – que era una película, sobre todo, de terror, pero discrepó a propósito del tema de la banalidad del mal en los jóvenes y matizó la visión que da de la policía ante ellos. Luego entraremos en dichos asuntos.

130 absorbentes minutos de metraje. La escribe también su director. La impecable fotografía es de Léo Hinstin. La historia sigue a un grupo de chic@s de distinta procedencia, que aparentemente no se conocen, pero que coinciden en el metro y en diversos – y representativos – edificios y entornos de París con arreglo a un plan trazado de antemano. Mientras la ciudad arde, ell@s se refugian en unos grandes almacenes en lo que será su noche más larga.

El realizador, que dedica ‘Nocturama’ a una chica llamada Anna, despliega toda su capacidad visual y narrativa, dividiendo la pantalla cuando es necesario, planteando determinadas escenas desde diferentes puntos de vista y encuadres, siguiendo una rigurosa, aunque no lineal, progresión de segmentos temporales. Esto convierte a esta película en una visión muy intensa e inquietante del terror que acecha cuando menos se lo esperas y a través de quienes menos pueda imaginarse.

El pasado y circunstancias de sus personajes, hasta llegar al momento terrible en el que confluyen sus destinos, no le interesa. Sólo su presente. Esta es la opción narrativa que ha elegido. Respetable y eficaz, porque, como también comentó, sus objetivos son ya lo suficientemente significativos.

También lo es la madrugada, en un espacio de consumo por excelencia, donde se revelan sus personalidades y contradicciones. El despertar de la culpa, en algún@s ante la enormidad de lo perpetrado y el pánico a ser descubiert@s. La entrada de las fuerzas del orden también reviste una especial crudeza. Todos estos momentos están muy bien filmados y contados sin juzgar a nadie, solo mostrando, y sin intoxicaciones emocionales o ideológicas.

Poderosa, brutal e intensa. Si la estrenan, no se la pierdan. Si no, háganse con ella.