Los dramas nórdicos suelen estar bien construidos y sólidamente narrados. Esta película danesa que nos ocupa, no es ninguna excepción a dicha regla. Dirigida y escrita por Tobias Lindholm, su fotografía, muy cuidada, se debe a Magnus Nordenhof Jonck y su adecuada música a Sune Wagner. Nominada el año pasado por su país a la Mejor Película de habla no inglesa y en los Premios Europeos de este año al del Público.
El reparto funciona muy bien y destacamos que el protagonista es Pilou Asbaek – ‘Borgen’, ‘Juego de tronos’ – que ha estado en Sevilla rodando esta última serie. Cosa ya más que sabida y comprobada in situ por la hija y el yerno de quien esto firma, que les vieron a él, y a su colega y amigo Nikolaj Coster-Waldau, en el cine Avenida hace muy pocos días. Lástima pues se habría podido tener un encuentro con él con motivo de la proyección de esta película…
La historia remite a un comandante de servicio en Afganistán que debe tomar decisiones difíciles para proteger a sus hombres y a la población civil amiga pero, dado el contexto bélico en el que se inserta, dichas opciones comportan bajas humanas por las que será juzgado. Mientras, su esposa debe asumir todas las responsabilidades del hogar y cuidado de sus tres hijos.
Localizada en el escenario bélico, en el hogar danés y en el juicio que se sigue contra el personaje, sabe desenvolverse con ritmo, tensión, dignidad y verosimilitud en tales espacios, mostrándonos la vida cotidiana y de servicio en ellos. Un entorno de guerra abierta, aunque larvada con un enemigo siempre a las puertas, pero invisible. Y los otros doméstico y judicial. En este último arriesga una condena de cuatro años.
Aunque no estemos hablando de una obra maestra, y menos aún de un filme de denuncia o de un alegato antibelicista, sí plantea cuestiones importantes en lo que a la ética se refiere. Y no juega con las cartas marcadas, aunque no puede evitar barrer para su casa, ni mostrar su simpatía por el atribulado comandante, tan víctima como cómplice, todo sea dicho. Tampoco intoxica emocionalmente, ni juzga, ni sermonea a la manera estadounidense. Nada que ver ni en el fondo, ni en la forma. Merece verse. Háganlo.