Quien esto firma, ha hecho una cobertura del 18 Festival de Sevilla en este blog con todo el esfuerzo, el ánimo y la ilusión que le ha puesto siempre a un Evento extraordinario que es para ella, y así lo ha manifestado en muchas ocasiones, la verdadera Fiesta del Cine en nuestra ciudad.
Que es el escaparate excepcional que nos permite conocer filmes, lenguajes, historias, narrativas y puestas en escena a las que no tendríamos acceso de no existir el Certamen. Menos aún en una ciudad en la que, esta firmante lo constata indefectiblemente en su colaboración sobre los estrenos en Viva Sevilla, se nos quedan películas inéditas del mayor interés cada semana. Por ello, se ha considerado extraordinariamente honrada y agradecida por su acreditación en él a lo largo de más de una década.
Por todo ello, quien esto firma ha rendido tributo al SEFF, como lo viene haciendo desde hace varios años, en esta edición con cinco Hojas de Ruta, a modo de recomendaciones previas, dedicadas a las miradas de mujer en algunas de sus Secciones más relevantes.
Además de las 16 crónicas sobre la Oficial y una de Las Nuevas Olas. Y, desde luego, ha visto más títulos de los que pensaba dejar constancia por escrito y también, como en ella es habitual, comentar el Palmarés junto al resumen de los pros y los contras de su funcionamiento organizativo. Hasta que…
… Hasta que el posicionamiento aplastante a favor de la tauromaquia del Festival, reflejado en dos documentales a los que se les ha dado la mayor relevancia, además del suma y sigue del maltrato de especies no humanas en algunas de las películas programadas, le hizo tirar la toalla, dado su compromisto animalista, y no seguir registrando lo visionado, ni resumir la edición, ni sus Premios. Esto quedó reflejado en la Toma 16 cuyo enlace es:
18 Festival de Sevilla, Toma 16, Las Nuevas Olas. ‘Murina’: ¡¡¡Basta ya de maltrato animal en el cine y en la programación de los Festivales!!!
Pero ha considerado oportuno concretarlo más aún en esta entrada – especialmente en atención a las personas que han tenido la generosidad de seguir y difundir esta cobertura – para que quede constancia de que su silencio al respecto, o el que pudo parecer un abrupto fundido en negro de sus crónicas, tenía una razón de peso.
Escrito queda.