Archivo diario: noviembre 5, 2021

18 Festival de Sevilla, Toma 2, Sección Oficial. ‘Great freedom’: Artículo 175

La imprescindible página Wikipedia describe así el Artículo 175 del Código Penal alemán: «fue una norma jurídica que estuvo presente en Alemania desde el 1 de enero de 1872 hasta 1969 – manteniéndola hasta el 11 de junio de 1994, únicamente en lo referido a las de personas adultas con niñ@s – cuyo contenido penaba las relaciones homosexuales entre personas de sexo masculino.

En total, unos 140.000 hombres fueron procesados bajo las diferentes versiones de este artículo y en 1935 el regimen nazi endureció su contenido incrementando la pena máxima de 6 meses a cinco años de prisión…

La República Democrática Alemana dejó de castigar la homosexualidad entre adultos a finales de 1950… pero la República Federal Alemana la mantuvo hasta la fecha citada de 1969, con el mismo rigor con el que se aplicaba bajo el nacionalsocialismo».

Esta película dura, relevante y valiosa, sigue a un hombre básicamente bueno y generoso, quedará constancia de ello a lo largo del metraje, que pasa varias décadas entrando y saliendo de la cárcel como consecuencia de su opción sexual. Que, por rebelarse ante las injusticias e intentar huir, fue encerrado varias veces en la tenebrosa y aterradora oscuridad de una celda de castigo – que en el filme se representa con dramáticos fundidos en negro mientras nuestro protagonista llora de miedo e impotencia – casi desnudo, pese al frío glacial y con un cubo para hacer sus necesidades.

Sigue a ese hombre, muy joven aún en ese espacio en 1945, recién llegado de un campo de prisioneros. Luego más maduro en 1957, en 1968 – que ese año mítico, que esa década llamada revolucionaria, coexistiera con tales represiones e infamias daría para otro capítulo – y observando incrédulo, y hasta decepcionado, la llegada de Neil Armstrong a la luna en 1969, con el resto de reclusos y con la libertad ya al alcance de su mano. Le sigue a él y a otros dos jóvenes que, en épocas distintas de ese largo cautiverio, fueron sus objetos de deseo por los que se arriesgó peligrosamente con caricias y besos furtivos y de amor apasionado, trágico en un caso y desprendido con un noble gesto suyo en el otro.

Pero también forjar allí una sólida amistad con un tóxicomano, rudo y asesino confeso, que primero le rechaza – porque los comunes no querían tener trato alguno con los homosexuales – y le maltrata hasta que se crea entre ambos un fuerte vínculo. Un vínculo que ayuda en el duelo, que protege de los enemigos interiores y de los feroces carceleros, incluso de los soldados norteamericanos vencedores, que cuida incondicionalmente cuando los síntomas del síndrome de abstinencia se hacen presentes… Una amistad masculina, sin connotaciones eróticas, muy intensa, por momentos muy conmovedora y bien retratada. Amigo y compañero con el que soñaba una fuga a la R.D.A, que hasta en eso la historia cuestiona clichés y lugares comunes al respecto.

Unos hombres inocentes privados de su libertad, tratados con una dureza extrema por funcionarios de distinto signo, por nazis y por aliados, cuyas vidas quedaron absolutamente marcadas. Tanto como, sin hacer spoiler, lo muestra ese final tan contundente y demoledor, sobre la vuelta a la libertad y a un mundo ajeno. Otro daño colateral añadido. Un drama carcelario que huye de tópicos porque incide en una página ominosa de la historia reciente, en una ley, en un artículo infame, que destrozó tantas vidas valiosas.

Coproducción entre Austria y Alemania de 117 minutos de metraje. La dirige y la escribe, junto a Thomas Reider, Sebastian Meise. Su excelente fotografía prueba el talento de una mujer, Crystel Fournier colaboradora habitual de Céline Sciamma. Su plantel actoral es magnífico con el eminente Franz Rogowski, Mejor Actor en Sarajevo, al frente, muy bien acompañado por el poderoso Georg Friedrich. Premio del Jurado en Cannes y Mejor Película en el citado Certamen de Sarajevo, todos los reconocimientos le son debidos.

Ni se les ocurra perdérsela.

18 Festival de Sevilla. Toma 1, Sección Oficial, ‘París, distrito 13’: Los nuevos desórdenes amorosos

El notable y reconocido guionista y cineasta francés Jacques Audiard – cosecha de 52, entre cuyos créditos están títulos tales como ‘De latir, mi corazón se ha parado’ (2005), ‘Un profeta’ (2009), ‘De óxido y hueso’ (2912) o ‘Los hermanos Sisters’ (2018) – ha filmado y escrito aquí – junto a Léa Mysius y la realizadora Céline Sciamma, cuya mágica ‘Petite maman’ debatiremos en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine del miércoles, 1 de diciembre, adaptando historias de Adrian Tomine – esta su última propuesta centrada en el barrio de Les Olympiades, título original de la película, situado en el parisino distrito 13.

Un barrio, a decir de quienes lo han visitado, lleno de contrastes, de oficinas, de jubilad@s, con universidades y liceos próximos y una juventud multiétnica en cuyos frenéticos desórdenes afectivo-eróticos nos sumerge en esta historia. Una historia filmada en un bellísimo blanco y negro que sigue a cuatro personajes cuyas vidas se entrelazan, aunque no de la misma manera, porque no estamos hablando de un relato de vidas cruzadas al uso.

Cuatro personajes millennials: un profesor de color sin contrato a punto de cesar y que se propone preparar oposiciones, una chica china, licenciada en Ciencias Políticas, que ejerce como teleoperadora hasta que la despiden por su actitud descarada con los clientes, una mujer que decide retomar sus estudios de Derecho, hasta que es acosada por sus condíscipul@s por su parecido con una transexual que trabaja en una web porno…

Tal incidente odioso en plena clase la obliga dejar la facultad y postularse para trabajar en una inmobiliaria, propiedad del tío del profesor citado en primer lugar, cuya casera es la citada en segundo lugar de la que pronto se convierte en compañero sexual a la vez que se enamora de la citada en tercer lugar, con la que también se relaciona sexualmente aunque con ciertas limitaciones y esta última, por otra parte, se embarca en la aventura de conocer a su sosias y…

Audiard retrata a sus personajes y a sus incidencias sentimentales con tanto mimo como ironía. Sin juzgarles en ningún momento. Pero mostrando sus chulerías, egocentrismos y contradicciones, más acusadas en el protagonista masculino porque aquí las mujeres, inmersas también en confusiones de orden laboral e íntimo, son más consecuentes. Que un hombre de 69 años haya tenido la inteligencia, la lucidez y la sabiduría de hacer este pequeño mosaico generacional, sin paternalismos ni autocomplacencias, es prodigioso.

Que un director que ha narradodo las peores aristas de la condición humana, encarnada en varones ásperos, violentos y rudos, en algunos de los títulos de su filmografía, sea capaz de hacer este retrato de urbanitas desubicados con tanto esprit, con tanta ligereza como perspicacia y encanto es digno de aplauso.

Porque les permite evolucionar ante nuestros ojos, contemplar sus fuerzas y fragilidades, sus circunstancias familiares, sus profundas inadaptaciones e incomunicaciones vitales y relacionales hasta llegar a comprender – coito tras coito, revolcón tras revolcón, pero teorizándolo todo a la muy francesa manera- que el sexo puede ser una vía de acceso a sentimientos más profundos y complejos. No un fin en sí mismo, sino un medio. Hasta llegar a una madurez afectiva en el sentido más integral del término, que puede ayudarles a situarse mejor en un mundo que no les acoge precisamente con los brazos abiertos.

Producción francesa de 106 minutos de metraje. Su hermosa fotografía, se repite en un suntuoso y magnífico blanco y negro, se debe a Paul Guilhaume, su música, que registra los sonidos más contemporáneos, la firma Rone. En su estupendo reparto destacamos a Lucie Zhang y Noémie Merlant, aunque el cuarteto componga a sus protagonistas en estado de gracia. Excelentes también Makita Samba y la actriz y cantante Camille Berthomier.

‘París, distrito 13’ protagonizará la Gala de Inauguración del SEFF esta noche. Un muy buen comienzo. Procuren no perdérsela.