SEFF 2022, 19 Edición. Sección Oficial, ‘Sonne’: Totum revolutum

La directora kurdo-austríaca Kurdwind Ayub ganó el Premio GWFF a la Mejor Ópera Prima en la Berlinale, para que lo tengan en cuenta. Fue reconocida con tal galardón por esta ‘Sonne’ que nos ocupa. Una historia que, según declaraciones suyas a Teresa Vena en la imprescindible página Cineuropa, quiso contar porque «hace unos años vi a un grupo de chicas en youtube que cantaba canciones en inglés con el hyab puesto y me pareció fascinante, las llamé porque quise hacer un documental sobre ellas pero no me respondieron. Entonces decidí centrarme en mi propio proyecto basado en esa idea»

La idea, la sinopsis, sigue a Yesmin, una adolescente de origen kurdo, y a dos amigas suyas que revolucionan las redes cantando el ‘Losing my religion’ de REM veladas y perreando. A partir de ahí, todo cambiará para la protagonista.

Nada que objetar por parte de esta firmante salvo por el hecho de que, hasta donde la visionó y ya faltaba poco metraje, mezcla en un totum revolutum acrítico, bienintencionado, suave, light y frívolo lo que es una feroz opresión de las mujeres. Una opresión feroz y específica que les cuesta la vida desafiar, aunque sea en una mínima medida, como le ocurrió a Masha Amini en Irán.

Todo lo contrario. Pretenden inspirarlas – según declara una de las protagonistas, cuyo éxito fulgurante las lleva a cantar en bodas, a ser entrevistadas en medio y hasta hacer una gira – a cantar y bailar veladas. Que algo cambie para que nada cambie…

Y aunque la película transcurre en Europa también en nuestro llamado Viejo Continente son sometidas a la mutilación genital y asesinadas por no acatar el mandato teocrático y patriarcal indumentario que, por descontado, sólo les afecta a ellas.

Porque por muy «liberal» que sea el padre – por cierto, el padre y la madre de la realizadora – y más represora, y ortodoxa, la madre es la voluntad del progenitor la que se acata. Y aunque afeen al hijo menor, Kerim, su irresponsabilidad en los estudios y la compañía, él sí que no está obligado a llevar ningún símbolo religioso.

A propósito de este personaje, hay una escena en la que él y los niñatos de sus amigos, que practican el vandalismo urbano, asesinan, o simulan que asesinan, a un animal indefenso que grita y sangra para grabarlo en redes, porque estas están omnipresentes.

En ese punto, la animalista que esto firma abandonó la sala.

Producción austriaca de 87 minutos de metraje. Su guion, como se ha escrito ya, lo escribe la propia directora. La fotografía con solvencia, y los efectos especiales ad hoc, Enzo Bradner. La interpretan con frescura y naturalidad Melina Benli, Law Wallner y Maya Wopienka.

Nada más que decir. Escrito queda. La pelota en sus tejados.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s